APUNTE

Instantáneas de una final

Jürgen Klopp observa el entrenamiento de sus jugadores en Liverpool este miércoles.

Jürgen Klopp observa el entrenamiento de sus jugadores en Liverpool este miércoles. / Paul Ellis / Afp

Mónica Marchante

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Escribo a unas horas de viajar a París para cubrir mi sexta final de la Champions League, que curiosamente, se jugará en el mismo estadio donde viví la primera, el 17 de mayo de 2006, cuando el Barça levantó la segunda orejona de su historia frente al Arsenal de Henry. Buen momento para recordar las instantáneas que quedan para siempre.

Mi foto particular de la de 2009, en el Olímpico de Roma, fue el remate de cabeza de Messi que significó el 2-0 ante el Manchester de Cristiano Ronaldo. Aunque esa final la empezó a ganar Iniesta con su inolvidable empate en Stamford Bridge en el tiempo añadido.

La tercera final me llevó a Lisboa, y allí la victoria española estaba asegurada, aunque del rojiblanco se pasó al blanco en el minuto 93 con el cabezazo de Sergio Ramos. Ahí se esfumó con crueldad la cuenta pendiente que el Atleti estaba a punto de saldar con la Copa de Europa, y el Real Madrid levantó la Décima.

Del drama al éxito y viceversa, sensaciones que se viven en un antepalco donde las caras de los directivos reflejan lo que significa ganar o perder una final, del todo a la nada, de la debacle al éxito, de la maldición a la varita mágica, de destronado a Rey de Europa. Todo en un remate, en décimas de segundo.

El estadio Olímpico de Berlín fue el escenario de la quinta Champions para el Barça, dirigido por Luis Enrique y con Messi, Neymar y Suárez desplegando su superioridad en la final, donde se impusieron por 3-1 a la Juve. Fue la segunda triple corona para el Barça tras la de 2009. Y nada hacía presagiar aquel día que aquel Barça no volvería a acceder a una final de Champions en las 7 siguientes temporadas… y quién sabe hasta cuándo.

Tres remontadas

Tras ver ganar tres por la tele al mejor Real Madrid de la historia, en 2019 vi al Liverpool levantar en directo la final inglesa del metropolitano, con Klopp consolidándose como el mejor entrenador del momento.

Tres años después vuelve al asalto de la “orejona” ante el rey de Europa, el Real Madrid. Dijo Luis Enrique que por justicia la merecen los de Ancelotti. Y si juzgamos las tres remontadas y la categoría de sus rivales, (PSG, Chelsea y City), así es. Pero las finales hay que ganarlas. Porque si el juicio es al dominio o al juego, a lo mejor el Real Madrid no estaría en París.