Pros y contras | Artículo de Josep Maria Fonalleras

La ficción inspira la reconstrucción plausible de la galaxia

Hay gases y también hay ondas y después hay un enrevesado proceso de reconversión de ondas y gases, y polvo y radiaciones y vibraciones, en la fotografía del agujero o en la banda sonora del astro supermasivo.

La primera imagen de Sagitario A*, el agujero negro en el centro de la Vía Láctea

La primera imagen de Sagitario A*, el agujero negro en el centro de la Vía Láctea

Josep Maria Fonalleras

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Del descubrimiento de los agujeros negros me fascina la reconstrucción de la imagen. Y del sonido, porque antes de saber cómo es el agujero del centro de la Vía Láctea pudimos saber qué música emiten, por así decirlo. Ni la imagen ni el sonido, claro, pueden valorarse con los parámetros que tenemos a mano y que nos permiten distinguir el perfil de las cosas o los ruidos que identificamos. Hay gases y también hay ondas y después hay un enrevesado proceso de reconversión de ondas y gases, y polvo y radiaciones y vibraciones, en la fotografía del agujero (o de su sombra, para ser precisos) o en la banda sonora del astro supermasivo. Esta 'traducción' se asemeja mucho a lo que podíamos llegar a imaginar. Es como pensábamos que podía ser y emite un ruido de ultratumba que es el que asociábamos, tenebroso, a los agujeros negros.

La ficción inspira la reconstrucción plausible de la galaxia. Y después está el lenguaje. Que la frontera exterior del agujero se llame "horizonte de sucesos", el lugar (¡o el no lugar!) a partir del cual no hay retorno posible, donde la materia se colapsa en una región llamada “singularidad”, a mí me parece un soneto de Shakespeare. Y me emociona, qué quieren que les diga.

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