Pros y contras | Artículo de Emma Riverola

Sangre sin miedo

La baja laboral para reglas incapacitantes es un reconocimiento de la singularidad y la complejidad de la menstruación

Incapacidad temporal por reglas dolorosas, pobreza menstrual, objeción de conciencia y otras claves de la ley del aborto.

Incapacidad temporal por reglas dolorosas, pobreza menstrual, objeción de conciencia y otras claves de la ley del aborto.

Emma Riverola

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No te apures, niña. El tiempo de leyendas y oscuridad ya pasó. Sangrarás, cada mes, porque tu cuerpo es capaz de transformarse de un modo que la ciencia ficción aún no ha tratado como debería. Tampoco la medicina, todo hay que reconocerlo. Ahora se está poniendo al día, pero aún pesa el estigma. Sangrarás y eso no te volverá impura. Sangrarás y será la constatación de la profunda complejidad de tu cuerpo. ¿Más débil, dices? ¿Hay algo que requiera más fortaleza que ser capaz de preparar tu vientre para gestar y parir un nuevo ser

La baja laboral para reglas incapacitantes no solo normaliza lo que debería estar fuera de discusión: un dolor incompatible con una vida normal, también con el trabajo. Sino que también es un reconocimiento de la singularidad y la complejidad de la menstruación. Ya sabemos que esa sangre no es vergonzante, tampoco lo es el dolor extremo que algunas mujeres sufren. Si lo callamos por miedo a la discriminación estamos practicándola por pura cobardía y temor a las represalias. El dolor incapacitante existe, y el mercado laboral debe reconocerlo. La igualdad no pasa por uniformar sin reconocer y adaptarse a las singularidades. No te apures, niña. Sangrarás y no tendrás que callar tu sangre.

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