Facebook huele a muerto

Abro sesión y casi siempre hay un fiambre en mi muro. Más o menos cercano o popular, pero a fin de cuentas conocido. Como se dice, las bombas van cayendo cada vez más cerca. Alguien se encarga de dar la noticia del finado y los comentarios son: "¡no puede ser!", "¡qué pena!", "¡tan joven!", etc. Y acto seguido, quien la tiene, cuelga alguna foto con el amigo que se ha ido. Porque a fin de cuentas aquí se trata de hinchar el ego, salir a escena, eso es Facebook. La trayectoria de esta pionera red social fue comenzar como un libro de exhibición de fotos, localizador de antiguos novios/novias, recordatorio infalible de cumpleaños y ahora convertirse en la sección de obituarios para el lamento. Ríete de la sección de esquelas de 'La Vanguardia' o el 'ABC'. Pero la propia red no anda muy bien de salud. Es verdad que de momento está muy viva, tiene 2.910 millones de usuarios. De los que tres cuartas partes inician sesión cada santo día. Clican un “me gusta” cada dos días de promedio, en los cerca de 40 minutos que suelen dedicarle. Pero aun y así está envejeciendo a pasos acelerados. Tanto es así que hasta ha cambiado de nombre, pasando a llamarse Meta, un suicidio para una compañía consolidada, si todo anda bien.

Mis hijas lo ven como un reducto de gagás para contar batallitas sin interés. Pocos jóvenes abren perfil o lo usan. Y eso que es una red muy joven, justo este año se ha hecho mayor de edad al cumplir los 18 años, pues fue fundada en 2004. Pero va en declive. Si en 2015 un 71% de adolescentes lo usaba, hoy en día solo interesa al 37%. La única franja de usuarios que aumenta es la de mayores de 65 años, un 7% este último año. Ya va encajando todo. Vemos muchos decesos porque nuestra generación va palmando, somos los 'boomers' y la generación X. Vamos a ir extinguiéndonos con Facebook. El nuevo juguete es Tik Tok, con 1.000 millones de usuarios, donde un carroza no se cuela ni en broma. Ahora bien tampoco sabes la edad de los que entran, pues todas las fotos están trucadas.

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