Apunte
Hay una empresa que se niega a dar sus datos
La negativa impide al INE incorporar al cálculo del IPC la rebaja del precio de la luz en el mercado liberalizado. De ese modo, la inflación sería más baja
Rosa María Sánchez
Redactora jefe
Premio Carlos Humanes de Periodismo Económico 2020. Máster Universitario en Investigación en Periodismo por la Universidad Complutense, en 2023. Profesora en el Título de Postgrado Especialista en Información Económica de la Universidad Nebrija. Colaboradora en RNE.
Madrid
Hay una empresa eléctrica que no quiere dar sus datos al INE sobre los precios que está aplicando a sus clientes en el mercado libre. Lo ha denunciado la vicepresidenta Nadia Calviño y, aunque no ha citado el nombre de esa empresa, sí ha dejado en el aire la posibilidad de que se trate de Iberdrola, la compañía contra la que ha cargado el Gobierno después de que su presidente, Ignacio Sánchez Galán, haya llamado “tontos” a los millones de clientes sujetos a la tarifa regulada de la luz, que no han optado por un contrato en el mercado libre.
Hay una empresa que no ha dado sus datos y, por ello, el INE no puede completar el proceso al que se comprometió en junio de 2021 para incorporar en el cálculo del IPC el precio de la luz en el mercado liberalizado, que en el último año ha bajado (en un porcentaje aun imposible de determinar, por la falta de datos), en sentido contrario de lo que ha pasado en el mercado regulado (donde los precios se han duplicado en un año, con datos del IPC de marzo). Este cambio para el cálculo del IPC debía haber estado en marcha en enero de 2022, antes del estallido de la guerra. Con él, el dato de inflación sería sin duda más bajo. Sin embargo, aun no ha sido posible porque hay una empresa que no quiere proporcionar el detalle de sus datos.
En un momento en el que la inflación ha llegado a rozar el 10%, la tasa más alta desde 1985, es imperioso hacer todo lo posible por doblegarla. Por poner un ejemplo: cada punto que se logre reducir de la inflación media del año supondrá un ahorro de 1.800 millones al año en las pensiones a partir de 2023, así como menor presión en la revisión de los alquileres o de los salarios.
Y para ello es muy importante el precio de la luz, pues el IPC español es muy sensible a cambios en la tarifa eléctrica. En un ejercicio teórico, Caixabank estima, por ejemplo, que la inflación media de este año puede ser entre 1,1 y 0,6 puntos inferior al 6,8% previsto por este servicio de estudios, solo si la subida de la luz recogida en el IPC pasa del 41% previsto a, por ejemplo, el 15% ó el 25%. A ello puede ayudar que el INE cumpla la revisión que propuso en junio pasado, antes incluso del boom eléctrico. Pero es que hay una eléctrica que no quiere dar sus datos.
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