Artículo de Carles Francino

El mundo de Yupi

Como creo que el periodismo tiene algo -o bastante- que ver con ese clima de tormenta constante, siempre que puedo apelo a discursos que intenten alejarse del simulacro bélico

Alberto Núñez Feijóo.

Alberto Núñez Feijóo. / EFE

Carles Francino

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Asumo de antemano y con deportividad si alguien quiere criticarme por ingenuo. Y además estoy seguro de que a El Fary le serviría como ejemplo para ilustrar aquella legendaria reflexión suya que terminaba con el lapidario "al hombre blandengue… le detesto”. Pero no puedo evitarlo: estoy harto de broncas en cada esquina. Y como creo que el periodismo tiene algo -o bastante- que ver con ese clima de tormenta constante, siempre que puedo apelo a discursos que intenten alejarse del simulacro bélico; que bastante guerra real tenemos ya en Ucrania. Lo intenté con la enésima machada del Madrid a costa de mi admirado Guardiola, aunque debo admitir que el éxito fue más bien escaso. Mi teoría es que gracias a cosas como la que ocurrió la otra noche -y ya van tres- en el Bernabéu se puede explicar el amor que millones de personas sentimos por el fútbol. Y que eso está por encima de los colores; o debería estar. Pero por algunas respuestas que recibí me quedó claro que, si yo fuera político y me presentara con ese programa, obtendría menos votos que Ciudadanos. Y seguramente sea yo el equivocado. Al menos la encuesta que publicaron el otro día 'El País' y la 'Cadena SER' sobre intención de voto apunta en esa dirección.

El sondeo no solo confirmaba que Núñez Feijoo ha insuflado nuevos ánimos al PP, ratificaba que Sánchez y su gobierno de coalición exhiben un desgaste propio de los coches muy usados y perfilaba un futuro donde la alternancia cotiza como algo más que una hipótesis. Además de todo eso, el 70% de los encuestados consideraba que la principal cualidad de un líder político debe ser la honradez, lo cual me parece impecable. Pero es que apenas un 7% otorgaba importancia a las buenas formas. Y conceptos como la empatía o ser buena persona también aparecían en el furgón de cola. No sé si eso es un aval al estilo tabernario y faltón que se ha instalado en el debate público, presencial o digital, pero si no es así se asemeja bastante. A lo mejor los que espían tienen más información, pero a mí me parecen unos datos inquietantes, aunque sé que El Fary no estaría de acuerdo

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