Opinión | Análisis

Rafael Tapounet

Rafael Tapounet

Periodista

La temporada del Barça duró dos meses

Xavi cabizbajo en la banda  durante el partido contra el Rayo en el Camp Nou

Xavi cabizbajo en la banda durante el partido contra el Rayo en el Camp Nou / JORDI COTRINA

Podría decirse, sin incurrir en una gran exageración, que la temporada del primer equipo masculino del FC Barcelona empezó el 6 de febrero de 2022, con la victoria por 4-2 frente al Atlético de Madrid en el Camp Nou, y concluyó el 6 de abril, inmediatamente después del parón de selecciones, con el ajustado triunfo por 1-0 ante el Sevilla con golazo de Pedri. En esos dos meses se concentra todo lo bueno que el cuadro azulgrana, dirigido por Xavi Hernández, tenía que ofrecer a su hinchada en este curso, incluida una sorprendente goleada en el Santiago Bernabéu que en tiempos de escasez fue celebrada como un título. Fuera de ese periodo, antes y después, no ha habido apenas nada que la memoria se moleste en rescatar. Solo vanidad y aflicción de espíritu, como dice el 'Eclesiastés'.

Vistas las cosas con perspectiva, resulta bastante milagroso que esos apenas 60 días de buen juego y espléndidos resultados puedan acabar siendo suficientes para colocar al Barça en la Liga de Campeones. Si finalmente es así, ya puede el aficionado 'culer' darse con un canto en los dientes, aunque el logro no se deba tanto a los méritos del equipo azulgrana como a la irregularidad de los rivales en una Liga que un Real Madrid decididamente ramplón va a ganar con la gorra.

En el caso (hoy todavía incierto) de que se obtenga esa clasificación, tal vez sea posible hacer una lectura positiva de este abril calamitoso: los horrendos partidos frente al Eintracht de Frankfurt, el Cádiz y el Rayo Vallecano nos han dado la medida real de unos jugadores que entre febrero y marzo, ahora lo sabemos, rindieron muy por encima de su desempeño medio. Los expedientes se acumulan sobre la mesa de la secretaría técnica y Xavi empieza a presionar. En estos momentos, de toda la plantilla, solo hay cuatro nombres (Araujo, Pedri, Gavi y Ansu Fati) cuya continuidad nadie se atreve a cuestionar. De cómo los dirigentes del club gestionan todo lo demás sin desbordar los estrechos límites financieros que la maltrecha economía de la entidad impone dependerá que la temporada que viene dure algo más de dos meses. 

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