Artículo de Sergi Sol

¿Puede Pedro Sánchez ganar a Feijóo?

El PSOE para gobernar va a necesitar a buen seguro los mismos apoyos que en 2019, y no debería darlos por seguros

Sanchez-Feijoo

Sanchez-Feijoo / David Castro

Sergi Sol

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Pues claro que puede aunque en buena medida depende del resultado de Vox. Si los de Abascal mantienen el pulso a Feijóo, Pedro Sánchez puede lograr imponerse. Si a Feijóo le pasa como a Casado, lo tiene crudo para ganar los comicios. Por no decir que imposible. PP y Vox son vasos comunicantes. Otro asunto es gobernar y eso, en buena lógica, depende de la aritmética parlamentaria. Si el bloque de la derecha suma mayoría (contando a Vox, claro) no hay duda de que Feijóo dormirá en Moncloa. ¿Eso significa que Vox estaría en el Gobierno? Pues depende. Si gana Sánchez pero el bloque de la derecha suma, Vox estará en el Gobierno con toda certeza. Si gana Feijóo a Sánchez, ahí el gallego se puede permitir el lujo de un acuerdo de investidura con Abascal pero vetando su entrada al Gobierno. Como Ayuso, es obvio que Feijóo desearía gobernar en solitario. Pero solo podrá lograrlo si gana los comicios y se impone con claridad a su rival de bloque, la extrema derecha.

A su vez, el PSOE para gobernar va a necesitar a buen seguro los mismos apoyos que en 2019. El PSOE no debería darlos por seguros, menos aún si al PSC le da por los pactos municipales metropolitanos con Junts, que en esa coyuntura se va a prestar a todo para impedir a los de Junqueras salirse con la suya en esa apuesta por desbancar al PSC de algunos de sus feudos. No es solo Barcelona y la Diputación, están en juego alcaldías tan importantes Sabadell donde los 'comuns' podrían quedarse fuera del consistorio. Ya lo apuntó la ‘consellera’ Lourdes Ciuró y remachó la entente la presidenta de la Diba, Núria Marín, que alardea a menudo de su pacto con los de Puigdemont. Sin el visto bueno del mandamás jamás se hubiera producido ese pacto.

Si Collboni vuelve a la carga jactándose de vetar todo acuerdo con Maragall en Barcelona, en la Diba se repite la jugada y en ciudades tan importantes como Sabadell sellan un acuerdo de similares características se antoja difícil que Gabriel Rufián -que cuenta con el apoyo de Junqueras y Rovira- esté por la labor. Es más, empieza a dar síntomas de estar harto de actitudes prepotentes. Ya ocurrió con la reforma laboral y puede volver a ocurrir con la 'ley mordaza'. Y nada hay peor que chulear a un chico de barrio.

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