Sin apoyo de Aragón
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Con rencillas no habrá Juegos de Invierno

Presentarse con una candidatura lastrada por el desacuerdo es empezar el juego con malas cartas

El presidente del COE, Alejandro Blanco, y el presidente de Aragón, Javier Lambán, conversan en el Pignatelli bajo el 'San Jorge abanderado' de Natalio Bayo.

El presidente del COE, Alejandro Blanco, y el presidente de Aragón, Javier Lambán, conversan en el Pignatelli bajo el 'San Jorge abanderado' de Natalio Bayo.

El Govern de la Generalitat aprobará este lunes qué comarcas serán consultadas sobre el proyecto de Juegos Olímpicos de Invierno de los Pirineos de 2030. La apuesta implica también a Barcelona, aunque haya renunciado a competiciones de hielo en beneficio de Zaragoza y Jaca, pero tendrán voz sobre ella las zonas cuyo modelo territorial se ve afectado por una iniciativa que sigue confiando en el turismo de nieve como estrategia de futuro. El proyecto no cuenta aún con el apoyo de Aragón. Tras varios intentos fallidos de Jaca (y uno de Barcelona), no es descabellado que esta vez le corresponda el protagonismo a Catalunya. Con todo, la conveniencia de presentar una candidatura fuerte ha llevado a incorporar a Aragón, con un reparto de sedes equilibrado arbitrado por el COE.

La iniciativa se enfrenta a un reto difícil. Nunca en la historia los Pirineos han acogido la competición y la evolución del clima ofrece aún menos garantías en el futuro frente a competidores con condiciones de nieve más aseguradas. Presentarse con una candidatura lastrada por el desacuerdo es empezar el juego con malas cartas. Con un acuerdo técnico alcanzado, el refrendo político del Gobierno central y Catalunya, y varias decisiones aún por tomar como el destino de algunas disciplinas o el nombre de la candidatura, el presidente aragonés debe decidir, y más pronto que tarde, entre persistir en su rechazo y comprometer la viabilidad de cualquier candidatura o sumarse a la solución de compromiso arbitrada por el COE.