Apunte

Recesión: falso positivo

Existen razones para descartar la inversión de la curva de tipos de interés en EEUU como un mal augurio. Al menos, por ahora

Una imagen del edificio de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Una imagen del edificio de la Reserva Federal de Estados Unidos. / Reuters

Rosa María Sánchez

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La bola de cristal de los gurús de la economía tiene incorporada una regla: cuando los tipos de interés a corto plazo son más altos que los de a largo plazo, cuidado. Lo normal es que cuando un Estado emite deuda pública tenga que pagar un menor tipo de interés por los títulos a corto plazo que por los que emite a diez, 20 ó 30 años. Y es que se entiende que cuanto más alejado es el horizonte temporal de predicción, mayor es la incertidumbre y por eso hay que remunerar más la inversión a largo plazo. Eso es lo lógico y es lo que, por ejemplo, sucede en España.

Cuando sucede lo contrario, se dice que la curva de interés se ha invertido y eso se interpreta como un indicador temprano de riesgo de recesión. De alguna manera, unos mayores tipos de interés a corto podrían estar reflejando que, como los inversores ven un frenazo cercano en la economía, el Estado solo puede atraerlos con unos tipos de interés altos. Aunque la historia ha demostrado que este indicador no es infalible, lo cierto es que cuando la curva de tipos se invierte, una lucecita roja se enciende en la bola de cristal de los economistas. Incluso en este momento, en el que hay sobradas razones para interpretar la señal como un 'falso positivo'.

La disquisición viene a cuento porque en los últimos días se ha encendido esta alarma en Estados Unidos. Los tipos de interés a dos años se han situado por encima de los del bono a 10 años, por primera vez desde 2019. La señal es demasiado endeble, pero ha sido suficiente para elevar al 25% las probabilidades de incurrir en una recesión en EEUU y al 33%, en el mundo. El debate está instalado pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha terciado para señalar que es demasiado pronto para hablar sobre ese riesgo en EEUU. Además, no hay que perder de vista que el corto plazo sin duda refleja el proceso de subidas de tipos de interés emprendido por la Reserva Federal para frenar la inflación. Esta razón podría bastar para explicar que la curva de tipos se haya invertido en EEUU sin caer en negros augurios. Al menos, por ahora.

Hay quien ve un mayor riesgo en la zona euro. El propio Bundesbank no descartaba en febrero que Alemania ya esté atravesando una recesión -transitoria, eso sí, (dos trimestres consecutivos con caída de PIB)-, por la crisis de suministros. Y eso era antes de la guerra en Ucrania.

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