Análisis

Segunda fase de la guerra

La invasión rusa apunta a una ocupación de las zonas fronterizas ante la pertinaz resistencia ucraniana

El cadáver  de un soldado ruso yace en el suelo frente a un vehículo blindado ruso BTR-82 destruido, en el pueblo de Nova Basan, Ucrania.

El cadáver de un soldado ruso yace en el suelo frente a un vehículo blindado ruso BTR-82 destruido, en el pueblo de Nova Basan, Ucrania. / REUTERS/Serhii Nuzhnenko

Rafael Vilasanjuan

Rafael Vilasanjuan

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Tenemos muchas ganas de hablar de esta guerra en pasado, pero parece todavía pronto. A la hora en que los tanques rusos se van de Kiev, el país está bajo los escombros, al menos uno de cada cuatro habitantes ha tenido que abandonar su ciudad, y el temor a nuevas ofensivas sigue siendo el principal obstáculo para que los refugiados que han logrado cruzar una frontera sientan que haya condiciones para pensar el regreso. Menos aun si provienen de Mariúpol, una ciudad asediada y devastada, o de las regiones fronterizas con Rusia. No, la guerra no acaba, la violencia sigue siendo descarnada y las fuerzas completamente desiguales.  

Pero lo que sabemos después de mas de un mes de ataques no es poco y puede servir para otear horizontes. Lo primero es que los ucranianos, en contra de dividirse entre quienes se sentían mas cerca de Rusia y los que definitivamente querían distanciarse, nunca habían estado tan juntos. Si hacía falta reivindicarse, Ucrania es ahora un país con nombre propio en el mapa global. Tal vez Vladimir Putin pensó que atacando lograría dividir la ciudadanía en dos. Pero no solo no lo ha conseguido, sino que pase lo que pase, Ucrania tiene ya una identidad propia forjada contra el invasor.

Sabemos también del coraje de su gente, -empezando por el presidente Zelenski-, que se han quedado solos a hacer frente al poderoso ejército ruso y aunque no lo han vencido el coraje que muestran es demoledor. Hasta el armamento enviado, lejos de las dudas que generaba, les ha ayudado a mantener la rebelión y a defenderse. A la espera de ver si la salida de Kiev es solo un repliegue momentáneo, no parece que Ucrania vaya a perder todo, pero tampoco que Rusia esté en condiciones de ganar la guerra.

Por ahora la invasión de las tropas de Putin apunta a una ocupación en las regiones fronterizas. Es probable que Ucrania no sea del todo libre en décadas, pero seis semanas después del inicio, empieza otra fase. Mejor para negociar, esperemos que peor para matar.

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