Artículo de Jordi Alberich

Otra pandemia, la de la inflación

Se hará necesario un renovado protagonismo de los poderes públicos dado que, de lo contrario, nos encontraremos con un seguro desplome de la economía y una más que previsible explosión del malestar social

La inflación se desboca y ya resta más de 1.200 euros de poder adquisitivo a los trabajadores alicantinos

La inflación se desboca y ya resta más de 1.200 euros de poder adquisitivo a los trabajadores alicantinos

Jordi Alberich

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Esta semana el Gobierno ha presentado su primer paquete de medidas para afrontar la crisis económica que, consecuencia de la guerra de Ucrania, acentúa una deriva inflacionista y de falta de materias primas que ya veníamos arrastrando de hace meses. Unas circunstancias inesperadas que pueden acarrear un deterioro muy grave de la economía mundial, especialmente la europea. Todo ello nos sitúa es un escenario tan complejo e imprevisible que, aun siendo las circunstancias muy distintas, se asemeja al que tuvimos que afrontar en pleno confinamiento.

Así, al igual que ya sucedió en los momentos más duros de la pandemia, el normal hacer de los mercados no resultará suficiente para transitar por los meses venideros. Por contra, se hará necesario un renovado protagonismo de los poderes públicos dado que, de lo contrario, nos encontraremos con un seguro desplome de la economía y una más que previsible explosión del malestar social.

Una reforzada presencia de lo público que se manifestará en una doble línea de actuación. De una parte, interviniendo en los mercados como ha sido, con mayor o menor acierto, en el caso de la energía, modificando el mecanismo de fijación de precios, de los alquileres o de la legislación laboral. Y, de otra, con un superior gasto, ya sea vía subvenciones directas a los colectivos más perjudicados o mediante reducciones impositivas sobre los productos que más sufren el alza de precios, como sucede con los carburantes. Y todo señala, como el reciente dato de una inflación que se acerca al 10%, que esta mayor presencia pública se acentuará en los próximos meses, a la espera de que lentamente todo regrese a una cierta normalidad.

Para que ello suceda, será fundamental el acierto del Gobierno pero, también, la serenidad de la oposición. Una buena sintonía entre los principales partidos políticos resultará fundamental para evitar ese “todos contra todos” en que podemos irnos sumiendo en los próximos meses. Veremos.

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