Pros y contras | Artículo de Josep Maria Fonalleras

Las dificultades para entender el lenguaje de Rosalía

Buena parte de la poesía erótica que conozco se mueve entre la efusión de un acto compartido y la carcajada de quien goza tanto del momento del coito como de la reconstrucción festiva del orgasmo

Rosalía Motomami

Rosalía Motomami / INSTAGRAM ROSALIA

Josep Maria Fonalleras

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Reconozco y confieso que vengo de otra tradición. Quiero decir que mis referentes eróticos son distintos a los de Rosalía. Felaciones descritas, pongamos por caso, por Vicent Andrés Estellés, que comprendía que “somos bárbaros” en asuntos tan delicados. Escribía por ejemplo, “Bajo la sábana, te tiento la ingle, la redondez abatida de un pecho”. O cuando evocaba “los pelos de la entrepierna golpeando en tus redondeces invictas”. Por no hablar del rector de Vallfogona, cuando comparaba la vida alegre con la “abierta grieta de esta granada”. Con esto quiero decir que buena parte de la poesía erótica que conozco se mueve entre la efusión de un acto compartido y la carcajada de quien goza tanto del momento del coito como de la reconstrucción festiva del orgasmo.

El problema que tengo con Rosalía es que no sé lo que quiere decir. Suerte de la traducción publicada en EL PERIODICO para entender que “te quiero ride, como a mi bike; hazme un tape, modo Spike” significa que desea tener relaciones íntimas con su pareja y que “enamorada de tu pistola” hace referencia al pene masculino. Bien, parece que dice eso, aunque sí entiendo que “yo la batí hasta que se montó” habla de una sesión de repostería recreativa.

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