APUNTE

Flores en el cemento

Barcelona Valencia

Barcelona Valencia / Valentí Enrich

Albert Guasch

Albert Guasch

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Como ante el Atlético de Madrid, el Barça disparó con el pulso firme. Otra demostración de eficacia. Cerró un ojo, apuntó con el otro y, pam, diana. Ayer fue uno de esos días que le costó fallar cuando miraba a puerta.

Ante el Nápoles no fue así. Ante el Nápoles pareció tirar con los ojos vendados. Pero existe un hilo común en los últimos partidos. Los goles que fueron dentro unos días y se desviaron en otros partieron de una construcción competente del juego.

Empiezan a encadenarse suficientes actuaciones de equipo vertebrado como para constatar que Xavi está haciendo un trabajo fino y que su optimismo de llevar al barcelonismo a la tierra prometida no era trompetería vacua.

Su discurso radiante y esperanzador, recibido con algunas dosis de escepticismo a su llegada, se escucha ahora de otra manera. No como el de un vendedor de ungüentos, sino como un entrenador sólido cuyo credo ha logrado que crezcan flores del cemento.

Ante el Valencia cosechó la primera victoria holgada. Buen juego y goleada. Para regresar contentos y con la confianza de que a Nápoles viajarán con uñas para agarrarse a Europa.

Cambios en la alineación

Xavi volvió a proponer variaciones en la alineación. Dembélé, perdonado del todo. El «superlativo» Pedri, como lo definió el entrenador, en el banquillo. Si uno se fija en el Manchester City de Pep Guardiola, apabulla juegue quien juegue. La estructura se impone a las individualidades. Puede sentar a De Bruyne, el futbolista de más talento. Y no pasa nada.

Xavi debe de aspirar a algo similar. Que el conocimiento de las posiciones y de los movimientos sincronizados rebajen la importancia de las ausencias que las lesiones o los estados de forma provocan. Los equipos grandes funcionan así.

Eso no quita que nos fijemos en los futbolistas, que el juego les pertenece y son los que deciden partidos con el acierto o el desacierto ante la portería, como ayer Aubameyang. O Alba con las asistencias. O Pedri con todo lo hace con solo 19 años. El chico huele a genio.

Suscríbete para seguir leyendo