Documental

'El timador de Tinder': víctimas y heroínas

En la producción de Netflix se relata una lacerante estafa 'online' desde el punto de vista de tres mujeres, que desgranan cómo fue caer en las trampas de uno de los estafadores más peligrosos en la actualidad

Unos teléfonos con la aplicación para ligar Tinder.

Unos teléfonos con la aplicación para ligar Tinder. / periodico

Mónica Vázquez

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Si de algo podemos estar seguros es de que siempre tendremos nuevos productos audiovisuales del género ‘true crime’ listos para consumir. Nunca nos faltará esa película documental o miniserie que nos atrape en el sofá, víctimas de la sorpresa, el disgusto y la pena, mientras nos arrastra por el fango de una realidad que no éramos capaces de imaginar. Ese es caso de ‘El timador de Tinder’, una producción de Netflix que relata una lacerante estafa online desde el punto de vista de tres víctimas, que desgranan cómo fue caer en las trampas de uno de los estafadores más peligrosos en la actualidad, y ahora también, gracias a ellas y al coraje que demostraron durante la peor época de sus vidas, uno de los criminales más conocidos a nivel internacional. 

Simon Leviev, cuyo verdadero nombre es Shimon Hayut, es el responsable de la miseria de demasiadas mujeres que, confiadas y esperanzadas, exponían su identidad y su corazón en Tinder en busca de amor. Elegía a sus víctimas con ojo milimétrico, seduciéndolas con una dulzura inesperada, promesas de formar una familia y el glamur de una vida gloriosa y llena de misterio, haciéndose pasar por el heredero de una familia multimillonaria. 

El documental, dirigido por Felicity Morris, narra cómo Simon arrincona a sus víctimas en una tortuosa relación que las empuja a una responsabilidad moral inexorable, intentando salvar la vida del hombre que las maltrata emocionalmente para robarles un dinero que ni siquiera tienen. Aun así, tras ver el documental, gran parte del público se lanzó a las redes sociales para criticar y culpabilizar a las víctimas, porque parece ser que las superficiales buscafortunas son ellas, no el hombre que montó una estafa piramidal para poder llevar una vida de lujo aprovechándose de mujeres bonitas, con dinero y posibilidad de conseguir buenos préstamos. Quién lo iba a decir. Y ellas, sabiendo que corrían el peligro de ser culpabilizadas y ridiculizadas, dieron un paso al frente para frenar a un criminal que parecía imposible de parar, salvando a quién sabe cuántas otras futuras víctimas. Víctimas por accidente, heroínas por decisión propia. 

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