Aprender a amar

Pero, primero, aprender a amarse. A respetarse a uno mismo. A sentirse en paz con las limitaciones, a entusiasmarse con las posibilidades de mejora. Aprender a conocerse, a relacionarse, a tolerar las frustraciones, a valorar al otro… A la otra.

Ella cortó la relación. Él le pidió que fuera a su casa para devolverle algunas cosas. La convenció para que le acompañara al garaje de su casa y allí la acuchilló. Claudia tenía 17 años. Johan, 19. Otro asesinato machista. Una moviola que no cesa. Tan antigua. Tan nueva. Lo sabemos todo sobre ella, creemos. Y nos falta tanto. Nadie en la familia ni en el entorno de la víctima previó lo que podía ocurrir. Tampoco en el del asesino. Entre las declaraciones, destacan las del director del instituto. Nunca, en sus 16 años al frente, había visto tantos problemas de salud mental entre el alumnado. Y su afirmación torna aún más sombrío el escenario. Porque el desequilibrio emocional multiplica todos los males. También el machismo. Los niños, adolescentes y jóvenes profieren un grito de alarma. Es urgente destinar recursos a su salud mental. Ni planes de estudios ni de empleo bastarán si falla lo más básico. Nada se puede construir sin antes aprender a amar. A amarse.

Suscríbete para seguir leyendo