ANÁLISIS

De Blanca a Queralt

Queralt, medalla

Queralt, medalla / COE

Mónica Marchante

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Imposible no recordar a la gran Blanca Fernández Ochoa recogiendo su medalla de bronce en Albertville hace ahora 30 años, viendo a Queralt Castellet colgarse su plata en los JJOO de Pekín. Tenía solo 2 años la rider de Sabadell cuando la añorada esquiadora de Cercedilla se desquitó al fin de aquella dolorosa decepción en Calgary 88.

Blanca y Queralt han hecho historia del deporte de invierno en España. Ellas dos, junto a Regino Hernández, Javier Fernández y Paquito Fernández Ochoa son los cinco deportistas españoles que han logrado una medalla olímpica en unos Juegos de invierno.

Una familia clave

Como en el caso de Blanca, la familia de Queralt fue clave en sus primeros pasos sobre la tabla de snowboard, con 6 años, aunque cuatro años antes ya se calzó las botas de esquí por la afición a la nieve de sus padres.

Pero hay algo que une a Blanca y Queralt, más allá de la nieve, más allá del sacrificio, la dedicación y el esfuerzo que exige la alta competición, más allá de la vida a miles de kilómetros de la familia.

Es su capacidad de superación, la determinación de ambas ante las circunstancias difíciles que les presentó al vida. En el caso de Blanca desde bien joven, cuando siendo una niña vivió la dureza y el frío de un internado en el Valle de Arán a finales de los años 70 ,donde con solo 11 años aprendió a descender las pistas blancas con habilidad y al mismo tiempo a sortear la soledad y la lejanía de su familia. 

"Siempre lo has soñado, hazlo"

Cuando en 2015 Queralt sufrió la dura pérdida de su pareja y entrenador, Ben Jolly, se prometió agradecerle todo lo que le había dado algún día logrando una medalla olímpica. Se marchó a Suiza y trató de empezar de nuevo justo cuando estaba en el mejor momento de su carrera.

"Siempre lo has soñado, hazlo", es uno de los mensajes de motivación que lleva a menudo Queralt en su casco. En sus quintos JJOO lo ha hecho, ser la primera medalla de plata de un deportista español en unos Juegos de invierno.

Quer significa peña, roca en catalán. Qué bonita premonición. ¡Disfruta de tu vuelo, alto como tu nombre, Queralt!

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