Alerta: ciencia ficción

A principios de año, suelen aparecer los artículos sobre el cine que viene, las listas con las películas que veremos –algunas, previo paso por festivales– durante los próximos meses. Me encantan esos textos, me gusta leerlos e intentar intuir posibles tendencias y patrones en la producción de la temporada: ¿qué temas nos importan? ¿Por qué se ponen de moda determinados géneros cinematográficos? ¿Están esas películas conectadas de algún modo con el presente? Este año, me llama muchísimo la atención que varios cineastas muy personales hayan optado por la ciencia ficción en sus nuevos trabajos. Según 'Les Inrockuptibles', el director francés Bruno Dumont ('La humanidad', 'Hors Satan') prepara 'L’Empire', supuestamente sobre una invasión de caballeros extraterrestres en la Costa de Ópalo. Sería la segunda vez, tras 'Coincoin et les z’inhumains' (segunda temporada de su miniserie 'El pequeño Quinquin'), que el director opta por ese género. David Cronenberg, para quien la ciencia ficción no es nada nuevo, acaba de rodar 'Crimes of the Future', película con el mismo título que uno de sus primeros filmes y de la que ha trascendido que es un 'thriller' de ciencia ficción ambientado en un futuro lejano. Hace unos días salió la noticia de que Bong Joon-ho, director de la oscarizada 'Parásitos' (2019), dirigirá a Robert Pattinson en una película de ciencia ficción basada en 'Mickey7', novela de Edward Ashton que se publicará en Estados Unidos en breve y en la que hay colonias espaciales y clones. Y 'Don’t Worry Darling', el segundo largometraje como directora de Olivia Wilde ('Súper Empollonas'), se ha empezado a comunicar como un cruce de 'thriller' psicológico, terror y ciencia ficción. Obviamente, hay propuestas más comerciales que verán la luz los próximos meses, entre ellas 'Jurassic World 3' y 'Avatar 2'.

Las razones por las que un cineasta se lanza a un proyecto pueden ser infinitas, y muchas veces un misterio. No sé qué ha llevado a cada uno de estos autores a dirigir ahora una película de ciencia ficción. Pero no deja de ser curiosa la coincidencia en el tiempo de estos proyectos, la intuición compartida de que es el momento de formular las historias desde la ciencia ficción. Quizá sea simple casualidad. Quizá sólo sea una moda: en el cine, como en todo, también surgen las tendencias. Pero, sobre todo tras la experiencia de una pandemia, ¿podría tener que ver con la necesidad de huir durante un tiempo de la realidad más reconocible, de escapar de ella ante la dificultad para asumirla? ¿Y con la búsqueda de maneras de abordar y de pensar esa realidad desde el futuro, desde otros mundos, a través de experimentos y cuerpos que no nos pertenecen? ¿Y con el deseo de repararla y cambiar el curso de los acontecimientos desde la ficción? No lo sé. Seguro que cada director tiene sus razones y probablemente estas no sean ninguna de ellas, pero me atrae la idea de que esta colección de películas tengan un patrón común y que, una vez más, tenga que ver con la búsqueda de respuestas en los géneros más puros. No sería, por supuesto, la primera vez que la ciencia ficción aflora en tiempos profundamente complejos y críticos.

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