Opinión

Lucía Etxebarria

¿Mañana puedes ser tú?

Cuando se habla de salud mental, hay pacientes de primera y locos peligrosos

El problema de la salud mental entre los jóvenes

El problema de la salud mental entre los jóvenes

Hasna tiene 18 años. Se desolló las manos y se las dejó en carne viva porque se las lavaba con gel casi 100 veces al día. Llegaba a gastar un botecito diario. Se empeñó en que toda su familia debía dejar los zapatos en la puerta al entrar. No compartía las comidas, se encerraba en su cuarto con su plato. Por supuesto no les permitía entrar en su habitación, cuyo suelo limpiaba cada día con lejía. Si veía la tele con los demás, lo hacía con mascarilla y guantes.

Hasna padece un trastorno obsesivo compulsivo. Lo padecía antes de la pandemia, pero ahora se ha vuelto casi incontrolable. Hasna es una de ese 30% de pacientes con TOC que han sufrido un empeoramiento significativo de sus síntomas. Probablemente el TOC ha sido el trastorno que más se ha disparado durante la pandemia.

Sin embargo, me sorprende que en la campaña Mañana puedes ser tú –una serie de entrevistas con personalidades del deporte, la música, la literatura y la televisión– , ninguno de los entrevistados sufra TOC. Todos hablan de ansiedad y depresión.

¿Por qué? Porque ha llegado un momento en el que padecer ansiedad y depresión ya no conlleva estigma, es algo legitimado socialmente. Y lo mismo podríamos decir, en cierto modo, del trastorno bipolar. Desde que Raquel Mosquera hiciera pública su enfermedad, otros dos famosos se han atrevido a hablar del tema, pese a que se mira al TBP aún con cierto recelo.

Estigma

Pero, ¿se atrevería alguien a decir que padece TOC, esquizofrenia, trastorno límite, personalidad esquizotípica, trastorno delirante, trastorno esquizoafectivo, o cualquier otro trastorno de la personalidad (paranoide, evitativo, narcisista, dependiente, histriónica... el que fuera)?

Yo conozco al menos a dos personas muy famosas que fueron institucionalizadas por sendos brotes psicóticos agudos, con un diagnóstico de esquizofrenia. El uno dijo que le habían internado por ansiedad, la otra, por ansiedad y depresión. Mintieron porque sabían de sobra que su trastorno conlleva un estigma y que si contaban la verdad, iban a tener difícil trabajar cuando salieran de la clínica

Por eso, cuando se habla de salud mental parece que hay unos pacientes de primera categoría, que padecen enfermedades 'cool', por llamarlo de alguna manera. Enfermedades de artista, de persona creativa: El trastorno por ansiedad generalizada y la depresión. Y que luego existen otras enfermedades que te colocan inmediatamente en el bando de los locos peligrosos y de las que es mejor no hablar.

Secreto

Tengo muy cercano un caso de una mujer que padecía un trastorno bipolar. El TBP presenta heredabilidad muy elevada, superior al 70%, y tanto su madre como su tío lo padecían. Pero el pánico a que la tomaran por loca hizo que lo negara, y que le ocultara su enfermedad incluso a su marido. A ella, como a todas las mujeres bipolares, le habían aconsejado que en caso de embarazo estuviera supervisada por su psiquiatra, puesto que el embarazo suele disparar las crisis maníacas. Pero como ella ocultaba su enfermedad, no podía ir al psiquiatra. El resultado fue un brote psicótico en el que ella aseguraba que la exmujer de su marido iba a presentarse en el hospital a robarle el niño.

Nada de eso hubiera sucedido si no hubiera ocultado su TBP, porque las mujeres con TBP pueden llevar una vida perfectamente funcional si están medicadas o monitorizadas, tal y como la llevan las mujeres diabéticas o hipotiroideas.

Por eso creo que si vamos a hablar de salud mental, deberíamos hablar de algo más que de la ansiedad y la depresión. Si no, estigmatizamos a muchísimos enfermos mentales y les condenamos a vivir de en una cárcel .

Y el que vive condenado a guardar un secreto, vive encerado de por vida en una cárcel.

Una cárcel mental.

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