APRENDER A PERDER

¡Que bobo eres Shapovalov!

Denis Shapovalov desesperado tras perder un punto en el partido contra Rafa Nadal

Denis Shapovalov desesperado tras perder un punto en el partido contra Rafa Nadal / AFP/Martin Keep

Emilio Pérez de Rozas

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Hay quien se burla porque Rafa Nadal es demasiado perfecto. Es más, hay quien cree que no es así. Los hay que piensan que es imposible ser tan perfecto. Y, sin embargo, todos los que le buscan, no ya tres pies al gato, sino 14, jamás le encuentran el ‘pero’. Nunca. Si lleva 20 años, sí, sí, 20 años en el circuito profesional y no le han encontrado ni la trampa ni el cartón, por algo será.

Nadal, que desde que llegó a Australia ha demostrado que su competitividad no solo pasa por olvidarse del capricho del chocolate, sigue siendo, lo siento, o no, un ejemplo para todos los tenistas y deportistas del mundo, tanto fuera como dentro de la pista. Los que han trabajado con él en los últimos meses en la Academia de Manacor han vuelto a quedar sorprendidos, alucinados, de su autoexigencia y capacidad para superar todas las dificultades, que han sido muchas, Covid-19 incluido.

El último Nadal surgido del sacrificio y la entrega ha derrotado, en cinco sets, al canadiense Denis Shapovalov, uno de los jóvenes ¡mira por donde! que más debería aprender de él. Es más, ese chico, dicen, tenía un póster de Nadal en su habitación. Y va y le llama “corrupto”. ¡A Rafa Nadal!

Un árbitro ejemplar

Peor, también al brasileño Carlos Bernardes, uno de los mejores jueces de silla del mundo, precisamente aquel que, en la eliminatoria Serbia-Canadá de la ATP Cup del 2020, y cuando los hinchas serbios impedían con sus gritos y algarabía que Shapovalov se concentrase en el saque, paró el partido y dijo: "Un momento, un momento, por favor. Esto es un partido de tenis y lo más importante entre todos nosotros es el respeto. Si no queréis ver tenis, lo mejor que podéis hacer es iros a casa. No distraigáis a los que están aquí para disfrutar de este deporte".

Claro, la memoria del niño Denis es corta, solo tiene 22 años y el daño que Nadal le infringió ayer duele, sobre todo si tú sueles ser capaz de ganar a los top-10 en los torneos 1.000, pero pierdes con ellos en los Grand Slam. No hubiese estado mal que Shapovalov hubiera recordado aquel discurso del ‘corrupto’ Bernardes cuando él, Denis, más necesitaba de su auxilio, de su apoyo. No hubiese estado nada mal.

Monfis, otro ejemplo

Y si el jovencito Shapovalov no quería tomar ejemplo de Nadal porque su poster hace ya años que está arrugado en la basura, podría pasarse en bucle las esperanzadoras declaraciones de otro veterano, también de 35 años, como Nadal, el francés Gaël Monfils, que tras ser derrotado, casi por el mismo tanteo que Denis, por el italiano Matteo Berrettini, reconoció que solo necesitaba “una oportunidad, ¡una!, para lograr mi sueño de ganar un Grand Slam”.

El parisino, maravilloso en la sala de prensa, dijo: “No quiero 20, ni 21, no, ¡solo quiero uno! y voy a seguir peleando por conseguirlo. ¿Cómo?, los mejores son los mejores porque son capaces de tomar la decisión correcta en menos de un segundo. Mi fe está en que aún me queda tiempo para tomar la decisión correcta. Sí, es cierto, no lo he logrado aún en toda mi carrera, pero insistiré”.

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