Pros y contras

La Pletera: procurar que la arena no desaparezca

El doctor Xavier Quintana decía "desurbanizar la naturaleza es civilizar". Tan sencillo como esto. Tan difícil, tan necesario. Hacer que la arena vuelva al sitio que le corresponde

La Costa Brava cuenta con un paisaje singular que mantiene la esencia de su pasado pesquero

La Costa Brava cuenta con un paisaje singular que mantiene la esencia de su pasado pesquero / CBPG

Josep Maria Fonalleras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Recuerdo la conversación que tuve hace unos años con el doctor Xavier Quintana, director de la Cátedra de Ecosistemas Litorales Mediterráneos, un organismo conjunto de la UdG y del ayuntamiento de Torroella de Montgrí, que se encarga del liderazgo científico de La Pletera. Este es un espacio magnífico de marismas, en el Baix Empordà, que fue dañado con premeditación y persistencia durante los años ochenta del siglo XX. Se habían llegado a verter 800 toneladas de escombros diarios para hacer desaparecer la arena y poder construir más de 600 viviendas junto al mar. Por suerte, por la mala gestión empresarial y porque, de vez en cuando, hay milagros, la urbanización se detuvo. Gracias a la gestión municipal y universitaria, a través del proyecto Life Pletera, han vuelto las dunas y se ha restablecido el ecosistema de las lagunas costeras y su funcionalidad ecológica. Pienso en las palabras de Quintana a raíz del reportaje sobre el estado crítico del litoral catalán, que publicó EL PERIODICO este sábado. Decía que "desurbanizar la naturaleza es civilizar". Tan sencillo como esto. Tan difícil, tan necesario. Hacer que la arena vuelva al sitio que le corresponde. Evitar que el cemento la entierre. 

Suscríbete para seguir leyendo