ANÁLISIS

Umtiti, las fórmulas imaginativas del Barça

Umtiti, en el entrenamiento previo al viaje del Barça a Arabia Saudí para la Supercopa de España.

Umtiti, en el entrenamiento previo al viaje del Barça a Arabia Saudí para la Supercopa de España. / FCBARCELONA

Sònia Gelmà

Sònia Gelmà

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La renovación del contrato de Umtiti no responde, obviamente, a ninguna valoración deportiva. Lo demuestra la primera línea del comunicado oficial del Barça, en la que el club –como medida de protección inteligente—explica que esa operación permite la inscripción de Ferran Torres. A esto se referían cuando hablaban de "fórmulas imaginativas", realmente ésta era difícil de imaginar. 

Se trata de una operación contable que soluciona un problema de margen financiero. Desde ese punto de vista, por lo tanto, es impecable. Umtiti les ha concedido una reformulación de la deuda sin sobreprecio: págueme usted cuando pueda, mientras pague.

La única salida

Otra cosa es que sea la única salida encontrada para poder inscribir jugadores, una problemática heredada que se soluciona con un pegote. Una patada a seguir, se quitan el balón de encima y ya veremos como acaba la jugada tras la confusión.

Umtiti les ha concedido una reformulación de la deuda sin sobreprecio: págueme usted cuando pueda, mientras pague

La noticia en sí es difícil de digerir para el aficionado azulgrana, harto de esperanzarse en cada ventana de mercado ante la posibilidad de perder de vista un jugador que ya no está para la élite, a pesar de su innegable esfuerzo por ser el que era.

Acordadas las condiciones de pago, Umtiti puede elegir libremente si asiste a la Ciutat Esportiva o se pasea por el Museo, porque el interés deportivo del club en él sigue siendo nulo. 

Una rendija

Esta renovación --una solución magistral para algunos, un despropósito para otros—les permite incorporar jugadores, algo que parecía increíble hace unas semanas. Pero si bien el Barça cumple estrictamente con la letra del fair play financiero, no se puede decir que cumpla con el objetivo de la normativa.

Ante la imposibilidad de sanearse, la solución ha sido encontrar una rendija por la que colarse para poder inscribir a su delantero. Burla el espíritu de la norma. Hecha la ley, hecha la trampa. Una solución que le va a permitir reforzar el equipo en el presente pero que le mantiene ligado a Umtiti, tres años más. Es lo que tienen las fórmulas imaginativas, que tienen peajes.

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