Año Nuevo

Los días por estrenar

García Lorca siempre invitaba a pensar que de todo podía ser la última vez, o la única, para disfrutarlo. Quizás es una buena manera de empezar: ser más conscientes de esto

Celebración del año nuevo en la Puerta del Sol (Madrid).

Celebración del año nuevo en la Puerta del Sol (Madrid). / Rodrigo Jimenez / AGENCIAS

Ana Bernal-Triviño

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A mí, el momento de las campanas de Año Nuevo me hace un pellizco en el estómago. Me pone nerviosa esa media hora antes, esa cuenta atrás donde eres consciente de que el tiempo te empuja hacia delante. Siempre he considerado la llegada del año nuevo como una bocanada de aire fresco, por más que las circunstancias fueran malas o de incertidumbre. Con todo lo vivido y sobrevivido en estos momentos, siento que es una fortuna llegar a otro año con la oportunidad de vivir. O de sobrevivir. Lo de los propósitos suele ser secundario, porque a veces son las circunstancias las que te llevan por otro lado. 

Esto no es un artículo de filosofía Mr. Wonderful. Yo toqué fondo hace años, y muchos tomé las uvas pensando si al año siguiente cambiaría mi vida, sin éxito. Hasta que ocurrió. Y reviví, para vivir de nuevo. Porque además de tener techo y comida, también necesitamos las rosas. 

En estos días tan agobiantes de noticias de pandemia y miedos, por muy previsible que sea, entrar a un año nuevo es una noticia de esperanza. Habrá quien diga que estoy muy intensa pero quizás lo soy desde que viví tanto tiempo en los hospitales. Recuerdo cuando Julia Otero anunciaba su recuperación y pedía celebrar cada día que todo nuestro organismo funcione, que las células hagan su trabajo de forma sincronizada sin errores y que podamos respirar y latir. Puede parecer una tontería hasta que eso falla un día y descubres que es casi un milagro. 

Ya habrá tiempo de escribir sobre las cosas malas de la actualidad, pero en un comienzo de año hay que hacer caso a Walt Whitman: "Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela". García Lorca siempre invitaba a pensar que de todo podía ser la última vez, o la única, para disfrutarlo. Quizás es una buena manera de empezar: ser más conscientes de esto. No sabemos qué nos depara 2022. Nos ofrecen 365 días para estrenar. Aprovechemos lo que podamos y hasta lo que nos dejen. Aunque intenten amargarnos, vivamos. Y brindemos, porque hay finales que son inicio. 

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