Pandemia

¿No te vacunas?

Si no se quieren vacunar, que hagan el favor de ceder su vacuna al tercer mundo, a los pobres que no se la puedan permitir

Un menor recibe una vacuna contra el coronavirus en Granada.

Un menor recibe una vacuna contra el coronavirus en Granada. / EP

Imma Sust

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Está claro y más que demostrado que, si no acabamos con el covid, es porque hay parte del mundo que sigue sin vacunar. Básicamente, el tercer mundo. Pero vamos a centrarnos en el primero. Podemos dividir a los no vacunados en tres perfiles. El ignorante, el miedoso y el sobrado. Al ignorante no puedo hacer más que intentar ayudarlo. No me discuto con él. Solo le paso información e intento que lea otros perfiles de Facebook o Twitter. Porque es de allí donde sacan sus conclusiones la mayoría. No le hablo de periódicos porque sé que no los leen. No pasa nada. No es su culpa y si puedo les ayudo a documentarse mejor, para que puedan valorar que es lo mejor para ellos. Luego tenemos a los miedosos. Todos mis respetos. Ni discuto ni intento hacerles cambiar de opinión. Si esta pandemia me hubiera pillado hace diez años yo tampoco estaría vacunada. Los miedos y las fobias son completamente irracionales y puedo empatizar perfectamente con las personas que no se vacunan por miedo. Y como buenos miedosos, llevan mascarilla y mantienen la distancia de seguridad. Lo único que les diría es que si se lo pueden permitir que acudan a terapia y busquen ayuda psicológica. Porque el que no se vacuna por miedo, tarde o temprano dejará de salir, de moverse y de vivir.

Y luego están los sobrados. Con ellos no puedo ni quiero discutir, básicamente porque no argumentan, solo sentencian. Se creen con la razón absoluta de todo. La verdad es solo una y es la que ellos poseen. Esa gente es la misma que cree que la Tierra es plana, que la violencia de género no existe o que el ser humano jamás ha pisado la Luna. Con ellos no me discuto, pero sí les pido una cosa, desde esta humilde columna. Que si no se quieren vacunar, que hagan el favor de ceder su vacuna al tercer mundo, a los pobres que no se la puedan permitir. Porque, por mucho que nos vacunemos en el primer mundo, si no lo hacemos en el tercero, seguirán viniendo variantes que, aunque les pongamos letras griegas, sabemos perfectamente de donde vienen. Feliz Navidad.

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