Musicales

Olvídense del deshollinador

La primera película dirigida por Lin-Manuel Miranda, 'tick tick... Boom', es una auténtica declaración de amor a Broadway, además de una reflexión sobre qué es el talento y qué se puede hacer con él

El actor Lin-Manuel Miranda

El actor Lin-Manuel Miranda

Care Santos

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Al parecer la humanidad se divide entre los que odian los musicales y quienes los amamos. Cuando aparece un detractor, a los segundos nos resulta complicado defender nuestro gusto. Comprendemos que es poco natural que los personajes arranquen de pronto a cantar y bailar, pero lo perdonamos en favor de la emoción y de la euforia que siempre provoca la música, tan única. Así que, si odian los musicales, no sigan leyendo. 

Hace años que descubrí a Lin-Manuel Miranda. Hoy le conoce todo el mundo, sobre todo desde que firmó en Broadway el exitazo sin precedentes 'Hamilton', le fichó la compañía Disney y coprotagonizó la versión moderna de 'Mary Poppins', junto a Emily Blunt. Ver a Lin-Manuel Miranda en la piel del deshollinador londinense de 'Mary Poppins', por cierto, me disgustó bastante. Lo digo por si también han visto la película y les ha parecido una birria. Pero déjenme que les cuente.

Descubrí a Lin-Manuel Miranda en el Arts Theatre de Nueva York, en 2007. Hasta que la pandemia nos volvió sedentarios, iba a Nueva York una vez al año, fundamentalmente a ver teatro. Y como espero volver a hacerlo, hablaré en presente: en Broadway acudo al reclamo de varios espectáculos conocidos pero dejo un cierto espacio a la improvisación, a lo que surja. Así llegué a 'In The Heights', una obra que se anunciaba como «el primer musical en español de Broadway» y «el 'Rent' de la comunidad dominicana». Leí algo sobre Miranda justo antes. Era un chaval joven, que había llegado al Off Broadway desde la universidad. Le consideraban la última revelación de la escena estadounidense. Me interesó que fuera descendiente de puertorriqueños, que hubiera escrito una obra sobre su barrio, y también aquello del primer musical en español, aunque era mentira.

También me interesó la referencia a 'Rent'. 'Rent' fue el primer musical que vi en Broadway en toda mi vida. Cuando lo hice me sabía todas las canciones de memoria —un amigo me había traído el disco de Nueva York— y admiraba a Jonathan Larson, su compositor, un talento asombroso que murió a los 36 años, sin conocer el éxito arrollador de su trabajo. Larson se parecía, excepto —por fortuna— en el destino trágico, a Lin-Manuel Miranda. Ambos surgieron en ambientes humildes, ambos soñaban con triunfar en Broadway, ambos demostraron un talento incuestionable. En algunas entrevistas, Miranda ha dicho que Larson fue el tipo que hizo que él quisiera escribir musicales. Todo cuadra.

Hay justicia poética en el hecho de que hayan llegado a los cines el mismo año la adaptación cinematográfica de 'In The Heights' —solo para fans del género, advierto— y la primera película dirigida por Miranda, precisamente sobre Jonathan Larson, 'tick tick... Boom', una auténtica declaración de amor a los musicales y a Broadway, además de una interesante reflexión sobre qué cosa es el talento y qué se puede hacer con él. Nadie mejor que Miranda para dirigir esta historia. Olvídense del deshollinador. Si forman parte de la misma mitad de la humanidad que yo, regálense esta película que pueden ver desde el sofá de casa. Merece la pena. 

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