A Trapero le han hecho un ere

Al mayor Trapero le han hecho un ere. Normal, él se lo ha buscado. En Catalunya, si una cosa está mal vista es la buena educación. Recibir al Rey y saludarlo, como jefe de los Mossos, en lugar de hacerle un calvo, es motivo de destitución. Si le hubiera enseñado el culo a su majestad en lugar de saludarlo militarmente, hoy continuaría en su cargo, con más medallas en el pecho que un general soviético. Insultar, hacer desplantes, humillar... Lo que se lleva es la mala educación, aunque perjudique a los catalanes, qué digo, mejor si les perjudica, así podemos echar las culpas de nuestra regresión a Madrid. Es increíble que Trapero, con todo lo que este hombre debe de saber de investigación, con los contactos que ha de tener, desconociera cosa tan sencilla.

Declarar que él está ahí para cumplir y hacer cumplir la ley y que, si es necesario, detendrá al mismísimo 'president' del 'governet' tampoco puntúa mucho a la hora de ser jefe policial en Catalunya. En una región donde miembros del 'governet' sostienen sin asomo de rubor que una cosa llamada “mandato popular” anula cualquier ley, un jefe policial debe ignorar a los jueces y al Código Penal y someterse a lo que le digan los de arriba. Por lo menos, un jefe policial que pretenda seguir siéndolo.

Y a pesar de todo, dicho compromiso con la ley, aun siendo gravísimo, no lo es tanto como la buena educación. Capaz es el policía Trapero de responder en castellano cuando le preguntan en esa lengua, en lugar de negarse a ello como todo un 'conseller' de Educació, valga el oxímoron. O de aceptar la invitación de Seat e ir a visitar su fábrica. O de asistir a funerales sin que importe la ideología del difunto. Esas cosas hay que evitarlas, debemos dejar claro que, en la política catalana, la urbanidad pasó a mejor vida al mismo tiempo que la decencia y la honestidad. Se empieza siguiendo las más elementales normas de cortesía, y se termina reconociendo que la base de la democracia es el respeto a la ley. Y llegados a este punto, a ver cómo hacemos para seguir engañando a los lacistas.

Tome nota el nuevo jefe de los Mossos si pretende durar en el cargo. Coma con los dedos, sórbase los mocos en público, restriéguese la entrepierna en los actos oficiales y eructe cuando hable cualquier cargo del Gobierno español. Y al Rey, un calvo, lo que yo le diga. Así representará fielmente a Catalunya.

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