El 'Get back' del Barça

Entre las muchas cosas asombrosas que revela la fascinante serie documental de Peter Jackson ‘The Beatles: Get back’, una de las más llamativas es la disposición casi suicida con la que el grupo de Liverpool, para entonces ya una venerable institución pop, acepta trabajar en unas condiciones de presión que para cualquier otra banda habrían resultado insoportables. Resumiendo: se dan un plazo de tres semanas para componer y aprender 14 canciones nuevas y para preparar su primera actuación en directo en más de dos años y, además, se avienen a hacer todo eso ante las cámaras. “Lo mejor de nosotros siempre ha surgido cuando nos hemos visto con la espalda contra la pared”, señala Paul McCartney en un momento de la filmación.

Pienso ahora en el FC Barcelona y en cómo en los últimos años ha bajado un par de escalones en la jerarquía de los grandes equipos europeos justamente por su incapacidad para actuar bajo presión. Esa falta de respuesta adecuada en los momentos en los que la exigencia crece, expresión de un temperamento melancólico y quebradizo, está detrás de los recientes naufragios europeos del cuadro azulgrana y explica también las alarmantes fases de aturdimiento por las que atraviesa cada vez que en el curso de un partido recibe una mala noticia (desde encajar un gol hasta malbaratar una ocasión clara) o el rival le aprieta algo más de lo previsto.

Una tarea prioritaria

Se hace difícil ponderar a estas alturas si la llegada de Xavi podrá cambiar esa dinámica. De hecho, en los tres partidos que lleva en el banquillo el equipo solo ha logrado imponer su personalidad en fases puntuales y se ha dejado arrastrar por los acontecimientos durante demasiados minutos. Recomponer la moral del colectivo y convencerlo de que es capaz de afrontar retos de envergadura y sobreponerse a las adversidades debe ser tarea prioritaria del nuevo cuerpo técnico. En ‘Get back’, los Beatles no alcanzan todos los objetivos que se proponen, pero su confianza en poder hacerlo es emocionante por sí misma y da lugar a unos resultados igualmente espléndidos. Creérselo es el principio del camino.

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