Violencia de género

No nos miréis a nosotras

Los hombres escuchan sobre todo a los hombres. Y el mensaje de construcción de una nueva sociedad igualitaria les llegará mucho más si viene desde dentro que de las miraditas del “ya estamos con las feministas”

Manifestación contra la violencia de género en Barcelona

Manifestación contra la violencia de género en Barcelona / ELISENDA PONS

Núria Iceta

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Otro 25N de gritos en la calle y gritos ahogados en los interiores. La lucha feminista está cada vez más presente pero el monstruo es demasiado grande. Oigo que la edad de los agresores sexuales que actúan en solitario es mucho más alta que la de los jóvenes que atacan con la protección de su manada. Escalofriante. Como escalofriante es también que la mayoría de agresiones se produzcan en el entorno familiar. ¿Cuántas cosas hemos hecho mal todos para que no podamos deshacernos de esta lacra?

Sin ponerlo todo en el mismo saco no puedo dejar de ver en la raíz del problema al machismo cómplice de nuestra sociedad. Sé que hay hombres que se avergüenzan de ello. Muchos de ellos han hecho un proceso desde no ver nada a ser capaces de admitir que existe un problema estructural. Entre esta franja (¿la mayoría?) de hombres hay actitudes muy diversas y hay que valorar todos los gestos que realizan para desmarcarse de una tradición secular de violencias hacia las mujeres. Hay un grupo que lidera esta lucha, como en todas las luchas, pero también hay una masa grande y diversa de hombres que están buscando su sitio en esta nueva sociedad. Uno de sus primeros pasos es el de “mirarnos” a las mujeres cuando hacen una afirmación consciente de admisión del problema. Les entiendo. Quieren mostrar empatía. Y quizá hace unos años se lo hubiera agradecido con una sonrisa. Pero no podemos más. No nos miréis a nosotras. Si no entendéis que no somos nosotras las que debemos sentirnos aludidas (ya no digo agradecidas) sino sobre todo vosotros, el resto de los hombres, no podréis dar el segundo paso. Y ese segundo paso es tan importante o más que el primero. Porque los hombres escuchan sobre todo a los hombres. Y el mensaje de construcción de una nueva sociedad igualitaria les llegará mucho más si viene desde dentro que de las miraditas del “ya estamos con las feministas”.

Ayudadnos a no dejar pasar una. Avanzaos a nuestra mueca. Promoved algún cambio positivo de aquí al 8M y volvemos a hablar. Feminismo o barbarie. Porque o caminamos juntos o nos autrodestruimos todos.

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