Pros y contras

La (des)esperanza de Milk

El mecanismo de la reducción en negativo, lejos de desaparecer, se encuentra en pleno apogeo, alentado por unas redes sociales que funcionan como amplificador

Fátima Hamed Hossain

Fátima Hamed Hossain / Jorge Gil / Europa Press

Emma Riverola

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Fue el hiyab de Fátima Hamed Hossain, pero el proceso del reduccionismo es tan antiguo como reiterado. En el caso de la política ceutí, la polémica se extendió más allá de su cabello, robó protagonismo al encuentro ‘OtrasPolíticas’ y eclipsó a su portadora. La voz de Hossain, su labor política, no importaba. Solo ese velo era visible y objeto de discusión. El manto se tornó tan grande que cubrió a cualquier mujer que portara el hiyab, recreando un colectivo sin matices, sin individualidades. El mecanismo también funciona a toda máquina en la amarga disputa sobre la ley trans. Las redes se han convertido en un vertedero de descalificaciones hacia las personas trans. Su asimilación a delincuentes o farsantes es reiterada.  

En su mítico ‘Discurso de la esperanza’ (1978), el político y activista Harvey Milk reivindicó para la comunidad gay, igual que para la negra, la asiática o la latina, que “no fuera juzgada por sus mitos o por sus criminales”. El mecanismo de la reducción en negativo, lejos de desaparecer, se encuentra en pleno apogeo, alentado por unas redes sociales que funcionan como amplificador, atrapándonos en la polarización y la crispación. Al fin, desandando el camino de la esperanza.  

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