Otra vez

Un referéndum al año no hace daño

Si lo ganaron y eso les legitima, proclamen la independencia y a ver qué pasa. Y si no son capaces de hacerlo, déjennos en paz

Una urna del 1-O en la Escola Mediterrània de Barcelona

Una urna del 1-O en la Escola Mediterrània de Barcelona / ACN / ELISENDA ROSANAS

Albert Soler

Albert Soler

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Resulta ahora que el famoso referéndum del 1-O, si hombre, aquel que era legítimo, el que tenía sobre él los ojos del mundo entero, el que dio como resultado una mayoría búlgara a favor de la republiqueta, el que supuso no sé qué mandato democrático que servía para saltarse todas las leyes excepto la de la gravedad, y esa solo por el momento, aquel referéndum, digo, no servía para nada. Eso es por lo menos lo que se deduce de la propuesta de celebrar otro. Yo no entiendo la utilidad de un nuevo referéndum: si lo celebraron ustedes, lo ganaron y ello les legitima para fundar una republiqueta, no nos den la murga con más votaciones. Proclamen la independencia de una puñetera vez, a ver qué pasa. Y si no son capaces de hacerlo, cállense y déjennos en paz.

Cabe también la posibilidad de que quienes proponen otro referéndum no quieran la independencia, que lo que les guste sea montar una votación cada año, qué bonito fue aquello de pasar la noche en un colegio con los niños y otros padres de alumnos, comiendo chocolate caliente y jugando al parchís. Hay que ver lo felices que fueron, cuánta ‘germanor’, desde el instituto que no se lo pasaban tan bien, incluso se sintieron un poquito héroes. No descartemos tampoco que haya en ello cierto componente masoquista, y quizás de lo que tienen ganas es de recibir porrazos una vez al año, y encima gratis, no como aquellas señoritas que te cobran por pegarte, visa sí. Hay muchos, muchísimos lacistas que se quedaron sin marca alguna de porra para colgar en Instagram, y todavía les corroe la envidia hacia aquellos que tuvieron la suerte de lucir una ceja abierta o una nalga morada en las redes sociales.

–A ver si montamos otro referéndum, que esta vez no me quiero quedar sin señal patriótica en el cuerpo, estoy harto de que mi cuñado me restriegue por la cara la foto de su porrazo, diciéndome que es mejor catalán que yo.

Si es por tan elevada causa, adelante con el nuevo referéndum, no seré yo quien les hurte la ilusión. Pero si es para proclamar de nuevo la republiqueta, no hace falta, basta con que pregunten a sus líderes por qué no fueron capaces de hacer nada. Y cuando digo nada no me refiero a huir como gallinas, que eso sí supieron hacerlo algunos con gran naturalidad. 

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