No soy vegana

Hola, me llamo Imma y no soy vegana. También como gluten y algún que otro procesado de vez en cuando. Pero créanme si les digo que hago mucho más por el planeta que muchos vegetarianos, animalistas o veganos que conozco. Hablo de veganos en cuanto a la comida se refiere. Si rascamos un poquito, muchas de esas personas con las que es imposible ir a comer porque monopolizan siempre la conversación para hablar de alimentación, declaran que son animalistas, pero no tienen en cuenta otros factores que afectan al planeta. Como el cultivo de la soja, por ejemplo. Pero no les menciones nada, para ellos es peor que tú comas carne de vaca ecológica que pasta en el Pirineo, a la soja que viene en avión desde el quinto pino provocando un impacto medioambiental brutal. Quien dice soja, dice aguacate.

Te atacan si llevas un bolso hecho de piel de vaca matada para el consumo, pero tú no les digas nada de esa chaqueta de plástico que les ha costado quince euros y que está fabricada en Asia con mano de obra infantil. Mi bolso es más sostenible que tu chaqueta y está fabricado en Barcelona, pero yo soy la mala. Estoy harta de que se me juzgue por comer carne. Yo no soy vegana, pero si soy 'climariana'. Sé lo que como, de dónde viene, con qué está producido y a qué o a quién afecta su producción. Como comida de verdad y vivo intentando buscar el efecto menos dañino para el medioambiente. No solo en la comida, sino en todos los aspectos de mi vida. Miro de comprar a granel, productos de proximidad, de temporada y evitar los envases de un solo uso. Pero lo más importante, para mí, es no ser radical en el proceso. No se puede ser coherente las veinticuatro horas del día ni vivir con tanta presión. Si un día me invitan a comer y me dan un estofado, no me voy a poner a discutir con nadie ni a preguntar dónde se ha comprado o producido ese estofado. Y jamás voy a juzgar a la persona que me ofrece su comida. Voy a dar las gracias por la invitación y me lo voy a comer todo. 

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