Valtònyc y la mordaza
La extradición del rapero se complica para los tribunales españoles
Valtònyc nunca debió ser condenado a tres años de prisión por sus canciones. Sus letras eran denigrantes, machistas, violentas y, básicamente, malas. Incluso es probable que el Valtònyc de hoy no las suscribiera. Pero nada de esto pudo conducir a una sentencia tan excesiva. Una condena que representa una amenaza insoportable para la creación cultural y un motivo de vergüenza para nuestra democracia. Ahora, el Constitucional belga ha sentenciado que la ley belga de 1847 sobre injurias al rey es contraria a la libertad de expresión. El fallo responde a una cuestión prejudicial planteada por el Tribunal de Apelación de Gante, que debe pronunciarse próximamente sobre la entrega del cantante. La extradición de Valtònyc se complica para los tribunales españoles.
Tras meses atascada en el Congreso, PSOE y UP han reactivado la tramitación parlamentaria para tumbar algunos de los aspectos de la ley mordaza. Ambos formaron la coalición de gobierno con la promesa de derogarla. Al menos, en parte. Ha pasado casi un año desde entonces y aún hay puntos sin acuerdos. Señores y señoras del Gobierno, pónganse las pilas. Al menos, que las lecciones sobre la libertad de expresión no nos lleguen desde Bélgica.
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