Opinión | Cita exitosa

El Periódico

Vuelve el Manga Barcelona

La edición de este año recupera una cierta normalidad tras la obligada versión ‘online’ de 2020, pero el virus sigue ahí y hay que disfrutar del evento con sentido común

Ambiente en el Manga Barcelona de 2019.

Ambiente en el Manga Barcelona de 2019. / SERGI CONESA

En el año 2019, el salón Manga Barcelona congregó a unas 150.000 personas que celebraron el 25º aniversario de un evento que nació a partir de una moda que podía parecer pasajera (y no lo fue), con la irrupción de las series de animación japonesas como ‘Akira’ o ‘Bola de Dragón’. Desde aquel octubre de 1995, con apenas 1.000 visitantes y como apéndice del Saló del Còmic, Manga Barcelona se ha ido convirtiendo en un fenómeno de masas que va más allá de la afición por los dibujos manga o por las series ‘anime’ y que se ha consolidado como un escaparate de la cultura japonesa. Por desgracia, la edición presencial de 2020 tuvo que suspenderse, pero la versión ‘online’ (con unos 35.000 inscritos) tuvo un éxito inesperado y supo mantener el espíritu de la cita anual con prestaciones similares, a caballo de una expresión artística que causa furor, especialmente entre el público joven y adolescente, y del reconocimiento de una realidad alejada geográficamente, pero muy presente en nuestro entorno cotidiano.

El Manga Barcelona de 2021 volverá a una cierta normalidad –a la que nos vamos acercando en todos los sentidos–, pero con las necesarias medidas sanitarias anticovid, como las mascarillas, el control de aforos y flujos de visitantes o la ventilación de los pabellones de la Fira de Barcelona. Entre el 29 de octubre y el 1 de noviembre, la 27ª edición del encuentro permitirá que el fenómeno ‘otaku’, una denominación genérica del fan de este tipo de literatura gráfica y animada, participe en un amplio programa de actividades. La pandemia se notará, aparte de en las medidas de seguridad sanitarias, en hechos como que los autores japoneses invitados no puedan acudir en persona, sino que se conectarán vía ‘streaming’, o que la superficie del salón ocupe un pabellón menos, porque este se ha destinado como punto de vacunación. Elementos que recuerdan que el coronavirus no se ha ido, pero que afortunadamente ya no paraliza la vida cultural y social del país.

La efervescencia por el mundo del manga y el 'anime' se ha desbocado aún más en plena pandemia, ya sea por la influencia de las plataformas (Netflix o la especializada Crunchyroll) ya sea por el entretenimiento variado que, en épocas de confinamiento, ha proporcionado un estilo al que puede accederse desde todas las edades y que no solo responde al tópico más arraigado entre los desconocedores del fenómeno, sino que ofrece complejidades argumentales y narrativas que atraen a todo tipo de lector. Este aumento de la expectativa se ha comprobado con la venda previa de entradas, agotadas en pocas horas. Ante esta circunstancia, y después de solucionar problemas logísticos, la empresa organizadora, Ficomic (también responsable del Cómic Barcelona, que después de dos ediciones 'online', se espera que vuelva al formato presencial el próximo año), ha anunciado un nuevo proceso que pondrá a disposición del público un remanente de tíquets, contando además –como ya ocurría otros años– que el flujo de entrada y salida de visitantes permite, en principio, y previa compra por internet, acceder al recinto el mismo día.

Conviene volver a poner énfasis en el sentido común a la hora de disfrutar de este evento tan singular y que nos permite acceder otro escalón hacia la normalidad deseada. Intensificar las medidas de protección en un entorno cerrado y con gran afluencia de público es vital, puesto que no debemos olvidar que el virus sigue ahí y no es precisamente un personaje de dibujos animados.