Apunte

Renovación de 10

El club se agarra a su nuevo ídolo con serios motivos: los números de Ansu, sin cumplir los 19 años, son mejores que los de Messi a la misma edad

Laporta aplaude a Fati en el acto de renovación del contrato.

Laporta aplaude a Fati en el acto de renovación del contrato. / Jordi Cotrina

Mónica Marchante

Mónica Marchante

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Sin miedo al número 10. Así se muestra Ansu Fati tras heredar el dorsal del mejor jugador del mundo aún caliente en el vestuario del Camp Nou. Ni rastro de presión, ni en sus botas ni en su cabeza ni en sus palabras. Solo motivación, dice el delantero del Barça.

El 10 es un número que marca su vida. Diez fueron los meses que Ansu estuvo fuera por una lesión que puso en peligro su carrera, iniciada como un relámpago hace dos años cuando solo tenía 16.

Mirando atrás, vuelve a aparecer el 10, la edad que tenía en 2012 cuando llegó al Barça. Y 10 multiplicado por 100 es el resultado de su nueva cláusula de rescisión, a la altura de sus números en el Barça, 1.000 millones de euros.

Renovación exprés

El club se agarra a su nuevo ídolo con serios motivos para hacerlo. Los números de Ansu, sin cumplir los 19 años, son mejores que los de Leo Messi a la misma edad. Su regreso tras la lesión despejó cualquier duda sin dar tiempo a generarlas. Dos goles en 68 minutos jugados. Y no es solo eso, es mucho más. Fati es la ilusión, el motivo para ir al Camp Nou para un socio deprimido por la quiebra económica del club y por el duelo necesario tras la brusca marcha de Leo Messi.

Laporta y su junta lo saben, por eso la renovación exprés y su anuncio por todo lo alto. El sábado, recién suspendida la Asamblea extraordinaria con gran disgusto del presidente, Mateu Alemany reconocía en M+ que “muy pronto lo vamos a anunciar (su renovación)" pero también que “lo tomamos con la calma necesaria, se trata de ponerle números al asunto”. Del domingo al jueves solo han pasado cuatro días, pero con la vista puesta en la reanudación de la Asamblea, y con el Clásico encima, no es mala estrategia buscando una votación favorable de los compromisarios saber que la nueva estrella está amarrada.

Laporta, ese optimista por naturaleza, con los operarios sujetando los plomos, la caja vacía y la deuda por los aires, si recibe el sí de los socios al Espai Barça, a la reforma de los estatutos y, quién sabe, gana al Real Madrid, es capaz de salir el domingo y recuperar aquello de… ¡al loro, que no estamos tan mal!.

Suscríbete para seguir leyendo