Moción de censura

De Mike Tyson a Belice

Después del feo asunto de Belice y García Albiol, Guanyem va a volver a dar ‘gratis et amore’ la alcaldía de Badalona, de nuevo, al PSC

El alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, en rueda de prensa en el Ayuntamiento de Badalona.

El alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, en rueda de prensa en el Ayuntamiento de Badalona. / ACN / Jordi Pujolar

Sergi Sol

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Lo de Badalona es la viva estampa de una alcaldía sufrida a la que arrastran por el fango. Además de un sinsentido para una izquierda variopinta que pese a disponer de mayoría absoluta ha naufragado, rozado el ridículo y con ello dejado Badalona, tercera ciudad del país con el permiso de Terrassa, a merced del gigante Xavier García Albiol, que lleva merendándose al conjunto de la derecha desde que irrumpió en una ciudad que tradicionalmente fue un feudo socialista.

Donde las dan, las toman. Y ahora el feo asunto de Belice va a devolver a García Albiol al gallinero opositor en Badalona. El derechista dirigente del PP y su verbo populista ganan holgadamente, aunque lejos de la mayoría absoluta. Fue el PSC de Àlex Pastor quien se hizo con la alcaldía en 2019 pese a ser tercera fuerza en el consistorio. Los socialistas se negaban a apoyar a la candidatura Guanyem-ERC, liderada por la exalcaldesa Dolors Sabater. Y esta última, en un gesto de generosidad sin reciprocidad alguna, no solo renunció a su candidatura sino que votó gratis la de Pastor. Todo para impedir que Albiol recuperara la alcaldía que ya ejerció en 2015.

El alcalde Pastor dimitió luego de ser sorprendido en un control policial en plena pandemia saltándose el confinamiento a la brava. Aunque lo peor es que iba borracho y tan puesto que incluso mordió a un agente policial a lo Mike Tyson.

No tuvo más remedio que presentar la renuncia apresuradamente, lo que obligaba a volver a negociar un candidato a la alcaldía. La obsesión del PSC por impedir que Sabater recuperara la alcaldía, más las artimañas para sembrar la cizaña en las filas de Guanyem y ERC, acabaron en planchazo. Y con Albiol aupándose de nuevo a la alcaldía.

Lo inexplicable es que en la anterior ocasión, en el peor de los supuestos, Sabater hubiera salido del pleno -para sustituir al dimisionario Pastor- con la vara de alcaldesa en sus manos. Pero renunció a ello, tras una última maniobra del PSC exigiendo una alcaldía compartida. Mientras en esta ocasión van a volver a dar ‘gratis et amore’ la alcaldía, de nuevo, al PSC.

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