Moción de censura en marcha

El mal fario de García Albiol

El alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, en rueda de prensa en el Ayuntamiento de Badalona.

El alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, en rueda de prensa en el Ayuntamiento de Badalona. / ACN / Jordi Pujolar

Álex Sàlmon

Álex Sàlmon

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Un mal fario persigue al alcalde de Badalona, Xavier García Albiol. Aun siendo el político más votado en su ciudad siempre ha tenido dificultades para demostrar una evidencia: que la mayoría de los ciudadanos de Badalona lo consideran la persona óptima para liderar la ciudad.

Llegó a la alcaldía con un mensaje muy claro y concreto donde la inmigración era uno de los polos de debate. Algunos lo acusaron de racista. En Badalona no todos estaban de acuerdo. Lo votaron. Curiosamente fue Iván Redondo, el máximo colaborador de Pedro Sánchez hasta hace dos días, quien detectó la necesidad que tenía el elector de la ciudad de situar el debate de la migración sobre la arena electoral.

Aquello le valió un estado de opinión contrario que lo ha convertido en uno de los políticos más fáciles de criticar desde la izquierda. 

Ahora la aparición de su nombre en los Papeles de Pandora lo convierten en una presa fácil contra el PP y, por supuesto, en su propio Ayuntamiento, por lo que ya han puesto precio político a su cabeza. La moción de censura está en marcha, aunque sus concejales sean el doble que la segunda fuerza, el PSC.

Lo curioso es que existen tonalidades de grises a la hora de buscar el desprestigio político de alguien. García Albiol se defiende asegurando que nada defraudó a través de la empresa de Belice de la que tenía poderes plenos. Son muchos los especialistas que aseguran que no hay nada malo en tener una empresa en un paraíso fiscal siempre y cuando se declare. A diferencia de Pep Guardiola, por ejemplo, que aprovechó la amnistía fiscal de Rajoy para regularizar con Hacienda sus cuentas andorranas. 

Estas diferencias son habituales en nuestra realidad circundante. Lo hemos visto con la familia Pujol. Los 11 ingresos en Andorra, que sumaban 3,4 millones de euros de aquel diciembre de 2010, todavía no tienen convencido a algún individuo aislado.

Si funciona la moción contra García Albiol será por un acuerdo contra el más votado. Es política. Pero esa doble vara de medir merece una reflexión como sociedad.

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