Tribuna

Votar mal

Me molesta la hipocresía de quienes critican a Vargas Llosa. Sí disiento de su noción de la prosperidad y del contexto en que habló de libertad:una convención del partido que aprobó la ley mordaza

Vargas Llosa

Vargas Llosa / David Castro

Juan Soto Ivars

Juan Soto Ivars

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No estuvo afortunado Mario Vargas Llosa en la convención del PP, pero no necesariamente por lo que la gente dice que no estuvo afortunado. Por unas palabras corren titulares, fragmentos, tuits, declaraciones de respuesta, etcétera: una señora polémica, olvidable como todas ellas, e inevitable. Ahí está Vargas Llosa, con fondo azul. Dice que, en unas elecciones, lo importante no es que haya libertad, sino votar bien, porque si la gente vota mal luego pasa lo que en algunos países latinoamericanos. Ahí termina el fragmento viral, de modo que busco en Youtube el vídeo completo. Me cuesta seis segundos encontrarlo. Tiene Vargas Llosa sentado a la derecha a Juan Manuel Moreno y a Leopoldo López, el rebelde venezolano.

Lo importante es el contexto. Pero en este caso, como si habláramos de matrioshkas, tenemos uno dentro de otro, que a su vez está encerrado en un tercer contexto. Al fondo del túnel de muñecas tenemos la astilla, la frase recortada, con alerones de viralidad. Vargas Llosa parece decir que la democracia es una filfa porque la gente es idiota y vota a la izquierda, o incluso -como se ha dicho en algunas respuestas de personalidades- que la gente pobre no debería poder votar. El resto de su intervención desmonta estas interpretaciones.

Empieza un monólogo sobre el avance de la democracia y el liberalismo. Afirma, al hilo de esto, que los países ya saben dónde está la prosperidad, pero algunos han decidido esquivarla. Ahí llega el fragmento recortado. Hay países que votan mal, y luego pagan las consecuencias. Venezuela es un ejemplo. Amigos suyos demócratas votaron a Chávez en las últimas elecciones libres, ante su espanto. El escritor les advertía de lo que Chávez se había propuesto hacer con el país, pero no hubo forma: votaron mal. La frase destacable, para mí, es: “nadie debería votar al candidato que puede convertirse en dictador, sino a candidatos demócratas”.

Dicho así, no solo suena más razonable: es un tópico. Que hay naciones que se suicidan colgándose de la soga de la democracia es evidente. El ejemplo que siempre se usa es Alemania y la destrucción de la República de Weimar, pero Venezuela -donde las consecuencias del 'mal voto' no han sido, ni de lejos, comparables- se ajusta también a la definición. La gente puede votar a candidatos que destruyen la posibilidad de un cambio tras alcanzar el poder. Para negar que esto ha ocurrido en Venezuela, hay que estar ciego.

disiento con la noción que Vargas Llosa tiene de la prosperidad, y no creo que los países sepan dónde está. Occidente creía saberlo y hemos sufrido la gran crisis de 2008, el desmantelamiento del Estado del bienestar y el mayor fenómeno de concentración de riqueza visto en esta parte del globo desde el siglo XIX, con la distancia entre pobres y ricos galopando, convertida en espacio sideral. Por el camino de la creíble prosperidad hemos visto crecer una casta que no rinde cuentas ante la democracia, una aristocracia financiera. Estos son argumentos que yo discutiría. Pero su afirmación sobre el mal voto no me parece ni siquiera discutible. La libertad siempre tiene colgando una soga del brazo, para quien decida colgarse. Y los países lo hacen, democrática y libremente. Vaya si lo hacen.

Además me molesta la hipocresía de quienes le atacan. Se agarran a una interpretación incompleta de sus palabras y fingen escándalo, cuando muchos han dicho cosas peores. ¿Cuántas veces han repetido destacados líderes de la izquierda que los pobres que votan a la derecha son idiotas? ¿No se atrevió Bescansa a afirmar que el PP ganó en 2016 porque en España hay demasiado viejo? La idea de que los que no piensan como tú votan mal está extendida en la izquierda y la derecha, así que, aun en el caso de que Vargas Llosa hubiera dicho secamente lo que parecía, en ese fragmento, tampoco entonces, digo, el escándalo me parecería razonable, sino hipócrita.

Pero dije que faltaba otro contexto, la muñeca rusa mayor. No dice esto Vargas Llosa en un acto cultural, ni en una columna, sino en la convención del partido que implantó la ley mordaza y que trata de torpedear la de la eutanasia. Ese en ese contexto donde hablar de libertad y voto negligente me parece fuera de lugar.

Suscríbete para seguir leyendo