Alemania

Primeros pasos del tripartito semáforo

Hay algunos mojones en el camino del acuerdo donde las posiciones son bastante divergentes, en especial en el apartado de la política fiscal y en las medidas para afrontar la emergencia climática

German Chancellor Angela Merkel and German Finance Minister and Vice-Chancellor Olaf Scholz

German Chancellor Angela Merkel and German Finance Minister and Vice-Chancellor Olaf Scholz / MICHAEL KAPPELER

Albert Garrido

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El acuerdo preliminar de socialdemócratas, verdes y liberales para formar Gobierno en Alemania ha llegado antes de lo que pronosticaban los peores augurios, pero no garantiza que finalmente vea la luz una coalición tripartita encabezada por Olaf Scholz. Porque lo que negociarán los tres partidos a partir de ahora no es solo un genérico acuerdo para investir a un nuevo canciller, sino un detalladísimo programa que debe consolidar una mayoría en el Bundestag para toda la legislatura. Y esa inédita coalición semáforo a escala nacional deberá encajar culturas políticas sustancialmente diferentes, aunque los liberales son un viejo partido que ha gobernado indistintamente en el pasado con el SPD y la CDU y los verdes cuenta con la experiencia histórica de haberse entendido con el SPD en los días de Gerhard Schröder.

Puede que ayuden las encuestas, según las cuales son mayoría los partidarios del tripartito en ciernes, y lo mucho que inquieta en Alemania llegar a 2022 en una periodo de interinidad al mismo tiempo que Francia asume la presidencia de la UE. Pero hay algunos mojones en el camino del acuerdo donde las posiciones son bastante divergentes, en especial en el apartado de la política fiscal y en las medidas para afrontar la emergencia climática. En ambos puntos, los liberales disienten bastante de las posiciones defendidas por sus potenciales socios, en especial de las de los verdes.

Dicho de otra forma: para que sea Scholz quien pronuncie el mensaje de Navidad en la televisión y no Angela Merkel, la cancillera en funciones, queda un largo trecho por recorrer. Lo que no impide concluir que toda alternativa a la coalición semáforo resulta improbable y aventurada, con la CDU convaleciente del mal resultado de las legislativas del 26 de septiembre, sin intención de reeditar la gran coalición en situación de dependencia del SPD, y los socialdemócratas deseosos de desembarazarse de la tutela democristiana, de liberarse de las ataduras del pasado, como pidió Willy Brandt a los suyos hace medio siglo.

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