Ágora

Xavier Matilla

Arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona.

Xavier Matilla

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Bella, sostenible e inclusiva

De los 10 galardonados en los premios New European Bauhaus, dos han sido proyectos construidos en la ciudad de Barcelona

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barcelona/hjhjhj.jpg / Ajuntament de Barcelona

El pasado día 16 de septiembre conocimos a los ganadores de los premios New European Bauhaus. Una iniciativa de la Comisión Europea que aspira a promover el diseño de futuras maneras de vivir, desde una perspectiva interdisciplinar, bajo el lema: bella, sostenible, e inclusiva. Interesando elección indisociable de valores. Una iniciativa que ha levantado enormes expectativas en toda Europa.

Los premios reconocen objetivos logrados en 10 categorías diferentes. De los 10 premiados, dos han sido proyectos construidos en la ciudad de Barcelona. En la categoría “Soluciones residenciales modulares, adaptables y móviles” el proyecto premiado ha sido 'APROP Ciutat Vella', impulsado por el Institut Municipal d'Habitatge del Ayuntamiento de Barcelona y obra de los equipos Straddle3, E. Arkitectura y Y. Terré. Se trata de un edificio, situado en la calle Nou de Sant Francesc, con 12 alojamientos construidos de manera innovadora: con contenedores marítimos reutilizados, y por tanto transportable y desmontable, hecho que permite activar espacios vacíos en la ciudad rápidamente para hacer frente a la emergencia residencial. En la categoría “Patrimonio cultural conservado y transformado” el proyecto premiado ha sido 'Terrats d'en Xifré', impulsado por el Institut Municipal de Paissatge Urbà del Ayuntamiento de Barcelona y obra del equipo MataAlta Studio. Se trata de la naturalización de las azoteas del conjunto histórico-patrimonial 'Porxos d'en Xifré', concebida desde el respeto patrimonial, incorporando conceptos de biofilia, bajo impacto ambiental, circularidad y uso social.

Dos premios que, más allá de reconocer proyectos excepcionales, demuestran que en estos momentos en Barcelona se están impulsando y realizando proyectos en vanguardia de lo que Europa aspira. Dos proyectos que demuestran la enorme valía de muchos equipos profesionales que hay en la ciudad y también que hay un Ayuntamiento que tiene objetivos claros y la visión de futuro para impulsar proyectos innovadores. Visualizan el gran esfuerzo que está haciendo el Ayuntamiento de Barcelona desde que Ada Colau es alcaldesa de la ciudad por la naturalización de la ciudad, no solo en el espacio público sino también en los edificios, público y privados, así como el esfuerzo para incrementar el parque público de viviendas e incorporar procesos constructivos innovadores.

Los dos proyectos premiados están vinculados precisamente a dos de los retos urbanos más importantes y trascendentales a los que se enfrentan las ciudades: la garantía del acceso a la vivienda y la naturalización y mejora ambiental del entorno urbano. Dos proyectos, por lo tanto, que explican claramente cuál es el modelo urbano que se está aplicando en la ciudad. Me sorprende, o no, que desde varios sectores, perfiles y medios se insista permanentemente en que Barcelona no tiene un modelo, mientras que internacionalmente se reconoce recurrentemente, con estos premios y con el enorme interés que despiertan proyectos como 'Superilla Barcelona', que Barcelona está liderando un proceso de regeneración urbana hacia un nuevo modelo de ciudad más amable, sostenible y justa, que es referente internacional y que la ha llevado a ser escogida Capital Mundial de la Arquitectura 2026 por la Unión Internacional de Arquitectos, demostrando que continúa siendo referente en la reflexión y la innovación de la arquitectura y el urbanismo.

El valor real de los proyectos de arquitectura y de las transformaciones urbanas no está en su tamaño o presupuesto sino en su capacidad de generar soluciones y mejoras reales y, a la vez, aportar nuevas visiones estratégicas de futuro. No necesitamos ahora grandes proyectos de transformación urbana especulativos que reproduzcan viejas maneras de hacer ni grandes proyectos de arquitectura icónica mercantil sin ninguna sensibilidad hacia la ciudad, que expulsen a vecinos y vecinas de los barrios y sean insensibles con el medio ambiente. Necesitamos proyectos que tengan la capacidad de aportar mejoras directas a las personas y a la ciudad, quizás más discretos formalmente pero más estratégicos y ambiciosos con su condición urbana y su compromiso con el reto climático. Necesitamos proyectos con verdadera capacidad de regenerar sistémicamente a toda la ciudad metropolitana, para hacer una Barcelona bella, sostenible e inclusiva.

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