¿Y la 'era Laporta' cuándo empieza?

Lo han vuelto loco y, ahora, no saben qué hacer con él. Desde el presidente Joan Laporta, que empezó diciéndole que no lo quería y que trataría de encontrarle sustituto en 15 días, hasta el último de la fila del llamado ‘staff’ técnico, Jordi Cruyff, que le duele el alma cuando teme que piensen en él para sustituir al amigo de la familia, al bueno de Ronald Koeman, pasando por Rafa Yuste, que dice quererlo y respetarlo, y que, como le ocurre a Mateu Alemany, no se atreve a abrir la boca para defenderlo cosa que, por supuesto, tampoco hace Ramon Planes, que se quedó, dicen, para poner su agenda a disposición de Alexanko que no conocía a nadie en La Masia, ni a los canteranos, ni a sus padres, ni a sus representantes.

Es evidente que algún día, digo, no sé, alguien, tal vez el presidente futbolero en otro confidencial público, contará que ya ha empezado la ‘era Laporta’ pero, de momento, seguimos culpando de todo a Josep María Bartomeu, que sigue sin abrir la boca y, vistas las amenazas que le rodean, posiblemente hace bien, aunque Yuste y Alemany, como el que no quiere la cosa, siguen comiendo en Via Veneto, como me contó ayer uno de los abogados de Koeman, “así que, seguro, podrán pagar sin problemas el finiquito de Ronald”.

No tienen GPS

Digo lo del arranque de la ‘era Laporta’ porque, tras ganar con una lona y una promesa incumplida (Leo Messi, sí), del proyecto nunca más se supo. Ahora parece que la clave está, dicen los expertos en cruyffismo, en que el presidente sabe donde quiere ir, pero no tiene un GPS cruyffista para guiarle o, perdón, para que guíe a Koeman. Es decir, que ese ‘staff’ técnico millonario que ha montado, que ya no es herencia del pasado sino bien suyo, como el camarote, no le sirve.

A Koeman le quitaron, de pronto, 58 goles y 27 asistencias de golpe (eso sí, se ahorraron 150 millones), le dejaron sin Messi y Griezmann, cabrearon a las ‘vacas sagradas’ (a las que, luego, el presidente llamó “héroes”, aunque todos ellos ya han jugado los mejores 200 partidos de su vida), le ficharon jugadores en las rebajas (libres) y le dijeron que confiase en La Masia. Perdón, le dijeron más: le sugirieron un sistema y hasta una alineación. Koeman es el entrenador del Barça al que menos le han dado y al que más le han exigido.

El discurso real

Eso sí, el discurso que no se le ha permitido ni tolerado a Koeman, se le permitirá al que venga, se llame Xavi Hernández, Roberto Martínez y/o Thierry Henry. Ese día, Laporta aparecerá, de nuevo, en el Auditori 1899 y oirá al nuevo ‘mister’ decir: “Este año empezaremos un nuevo proyecto ‘engrescador’, haremos un equipo, os pedimos paciencia y fe porque no ganaremos nada; el año que viene, trataremos de buscar algún titulito; en el tercer año, pelearemos por la Liga, y de la Champions, olvidaros durante cinco años”.

Esperemos que, en esa misma conferencia de prensa, que está al caer, Laporta no amague, como el otro día, en insinuar y soltar la risita cuando alguien le pregunte si Erling Haaland vendrá en enero. De risa, vamos.

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