Una serie

¿Me está diciendo que...?

Parece que la serie trate del empoderamiento de la mujer en la universidad americana o la brecha salarial. Sin embargo, el instante en una clase donde un profesor saluda a lo nazi cambia el argumento

Crítica de 'La directora'

Crítica de 'La directora' / Netflix

Álex Sàlmon

Álex Sàlmon

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Descubrir series se ha convertido en un juego. Me quedé colgado de 'Gambito de dama' y ahora me ha ocurrido lo mismo con 'La directora'.La diferencia es que, en este caso, es una miniserie con potencial, pero sin continuidad. De momento.

Trata de la historia de la primera mujer, y no blanca, directora del departamento de inglés de la inventada Universidad de Pembroke en Massachusetts. Parece que la serie trate del empoderamiento de la mujer en la universidad americana o la brecha salarial. Sin embargo, el instante en una clase donde un profesor saluda a lo nazi cambia el argumento.

La imagen es captada por unos alumnos y es compartida en las redes sociales. A pesar de que la historia tiene muchas líneas argumentales, centro esta reflexión en las criticas, primero del alumnado y después del profesorado, a la acción del profesor, aunque lo ocurrido en el aula nada tenga que ver con la interpretación de todos.  

Con esa idea el profesor pretende impulsar un debate en el campus de la universidad. Crear una controversia acompañada de diferentes propuestas para generar distintas posturas que estimularan la contradicción de ideas, fundamental en la academia.

Pero nada sale como cree. Cualquier explicación es respondida por los alumnos con un: “¿me está diciendo que…?” Esta expresión se está poniendo de moda en cualquier debate público. Una idea es rebatida con un replanteamiento en el concepto, pero desde el punto de vista del receptor. Con ello se logra no reflexionar sobre la idea expuesta, sino una supuesta interpretación de ella. 

El maestro decide pedir disculpas por si ha ofendido a alguien, pero le recriminan que les está haciendo participes de su error. Por lo tanto, pedir disculpas también juega en su contra. Apasionante. Acaba expulsado, por cierto.

La serie es muy coral y, por lo tanto, sigue más líneas argumentales. Por ejemplo, una universidad con profesores caducos. Sin embargo, ninguno de ellos es tan interesante como la sensación de que los estudiantes y las redes sociales pueden inutilizar, sin quererlo, las herramientas del debate por sacarlo todo de los parámetros de la discusión intelectual.

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