Sobre crecer

No cambio por nada el festival del reencuentro con las amigas, cuando volvemos de las vacaciones. La sensación la conocemos todas desde bien pequeñas, porque es una cosa que se aprende en los años de colegio. Si entonces, en septiembre, al volver a vernos después de dos meses larguísimos, estábamos más altas, más morenas y con mil historias que contarnos, ahora, aunque igual solo hemos estado lejos las unas de las otras un par de semanas como mucho, vemos que también hemos crecido.

Nos gustan las novelas con protagonistas que van creciendo, madurando o lo que sea. Yo, este verano he leído dos muy diferentes entre sí: 'Junil a les terres dels bàrbars', de Joan-Lluís Lluís, y 'Teseo, su nueva vida', de Camille de Toledo. No tienen nada que ver la una con la otra, ya lo he dicho: si la Junil de Lluís, cuando empieza el libro, es una niña con un padre malvado, el Teseo de De Toledo ya ha tenido un par de hijos y no le queda, en la familia, nadie por arriba. Sí que comparten una cosa: bien al principio de los dos libros, ambos protagonistas empiezan a huir; pero mientras la huida de Junil en seguida se transforma en un andar siempre hacia adelante, la de Teseo, en cambio, no tarda en convertirse en un tirar para atrás, hacia su propio pasado, el de su familia y el de Europa entera.

Hacia atrás, hacia adelante… es igual: el caso es que los dos, la primera con un libro y con sus compañeros de viaje, el segundo con unas cuantas cajas llenas de papeles y su propia soledad, un par de centenares de páginas más adelante, han acabado siendo una Junil y un Teseo con más fundamento, más firmes, más altos.

Todo eso que les pasa a los personajes de las novelas, todo, es lo que nos pasa también a las personas de carne y hueso, por supuesto. De hecho, De Toledo lo deja muy claro cuando decide rematar su libro con un 'post scriptum' que empieza: “¿Qué sé ahora que no sabía antes de escribir esta historia?”, imaginad.

Lo que quería explicar es que mis amigas han vuelto de vacaciones más altas, más firmes, más guapas. Nada más.

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