Pros y contras

Abrazar un poema

Estas dos chicas no solo explican el texto de Carner, sino que lo relacionan con el Novecentismo, lo diseccionan, lo abrazan

Llegada del poeta Josep Carner a Barcelona, el año 1970.

Llegada del poeta Josep Carner a Barcelona, el año 1970. / periodico

Josep Maria Fonalleras

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 Me cuentan una historia fascinante que sucede en el barrio de Roquetes, en un instituto-escuela del distrito de Nou Barris. Dos chicas de 15 o 16 años exponen su trabajo de final de ciclo de ESO. Lo han escrito sobre 'Els fruits saborosos', aquel prodigio que Carner escribió de joven (un poco mayor que estas adolescentes) y que, durante el curso han leído con su profesora. Ella les ha hecho ver que estos poemas con apariencia de cuento mitológico esconden en realidad un compendio de las pasiones humanas, desde la ingenua euforia infantil en la conciencia de la decrepitud. Han elegido un comentario de 'La poma escollida' ('La manzana elegida'), una frágil historia de amores perdurables de dos ancianos que añoran "el tiempo florido" mientras contemplan la nada: "el frío nos da temor; horror, la negra noche”. Estas dos chicas no solo explican el poema, sino que lo relacionan con el Novecentismo, lo diseccionan, lo abrazan. Cuando Carner lo escribió, Roquetes era un bosque de pinos y encinas, una cantera para las casas de Sant Gervasi. Un siglo después, dos chicas del barrio lo entienden y lo asumen. Esto se llama cultura. Y se llama educación, por cierto, y entusiasmo y persistencia de quienes enseñan.

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