Obispos y novelas satánicas
Decir que una novela es satánica es como afirmar que 'Pedro Páramo' es de fantasmas
Josep Maria Fonalleras
Escritor
Josep Maria Fonalleras
Entiendo (y acepto) que hay novelas eróticas y novelas sentimentales, y relatos históricos y de aventuras. Nos gusta clasificar y disponer todo con un cierto orden. Pero no había oído hablar nunca de novelas satánicas como género o como excusa temática para tener los estantes ordenados. Decir que una novela es satánica es como afirmar que 'Pedro Páramo' es de fantasmas o como asegurar que 'En busca del tiempo perdido' es una magna obra sobre repostería y bollería. O como decir que 'Anna Karenina' es una novela ferroviaria y que 'La plaza del diamante' es ornitológica.
Por eso me ha sorprendido que algunas informaciones hayan destacado que esta señora que es psicóloga y parece que pareja del exobispo de Solsona ha escrito novelas satánicas. ¿Es un género nuevo? ¿'Els Pastorets' de Folch y Torres serían también satánicos? No habría sido tan espectacular y tan morboso si esta novelista hubiera escrito 'Las aventuras de Pepus y sus amigos', una colección de relatos infantiles, o un ensayo sobre "la figura del padre, simbólicamente ausente", que es un tema en el que, como todo el mundo sabe, el exobispo es un experto, sobre todo a la hora de analizar las causas que provocan la homosexualidad.
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