Vacunas para todos

Que todo está conectado lo sabemos… si queremos saberlo. Por ejemplo, tenemos constancia de que apoyar gobiernos corruptos de otros países para explotar sus recursos suele aumentar la desesperación de sus poblaciones, que tratan de alcanzar nuestras fronteras para reclamar unas migajas de bienestar. Lo sabemos. Pero podemos vivir sin querer tener constancia de ello. Sí, con eso podemos vivir. ¿Y con la enésima variante del covid que se desarrolle en un país que no ha tenido recursos para afrontar la vacunación? 

El 64% de la población de la UE ya cuenta al menos con una dosis. El 50% en América del Norte y Latinoamérica. En Asia, un tercio… África ni siquiera ha podido vacunar al 5% de su población. La posibilidad de que surjan nuevas variantes en estos países es real. También lo es que acaben llegando a nuestras calles. Ya está sucediendo. No hay fronteras para el virus, no hay vallas que lo frenen. Tampoco estrategias militares ni leyes de extranjería. El virus es la confirmación de la necesidad de una estrategia de cooperación global. Nuestra seguridad, nuestro bienestar, incluso nuestra vida, dependen de la seguridad, el bienestar y la vida del resto del planeta. Todos estamos conectados. 

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