Consecuencias de la retirada

Geopolítica después de Afganistán

Hace tiempo que EEUU quiere replegarse y ello obliga a ampliar el consenso con Rusia y China, que ejerce una conquista silenciosa y avanza sinuosa como el movimiento del dragón

El portavoz de los talibanes Zabihulá Muyahid, durante una rueda de prensa en Kabul.

El portavoz de los talibanes Zabihulá Muyahid, durante una rueda de prensa en Kabul. / STRINGER

Anna Balletbò

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Occidente trata de salvar la cara después de un pésimo repliegue en el aeropuerto de Kabul y tras el fracaso de dejar el país con un ejército afgano de 300.000 efectivos bien equipados y entrenados y al parecer cero motivados. El coste para Estados Unidos de 20 años en Afganistán asciende a más de un billón de dólares, incluyendo armamento, desplazamiento y estancia. Trump asumió unos compromisos imposibles de retirada. 20 años de presencia no se repliegan en unas pocas semanas. Aparte la prisa y la indolencia de la tropa afgana, alguien pensó que los talibanes aceptarían el guion de EEUU de celebrar el 20 aniversario del ataque a las Torres Gemelas, el próximo 11 de septiembre retirándose ordenadamente, con el ejército afgano rindiendo honores en el aeropuerto de Kabul.

Los ganadores son, primero, los talibanes, pacientes sabiendo que Occidente se replegaría. Recupera el 100% del territorio, el gran negocio del opio, 8.000 hectáreas en 2001, 224.000 en el 2020; reservas no explotadas de cobre, litio, cobalto, neodimio y tierras raras que China y Rusia, segundos ganadores, ya festejan para baterías eléctricas de automóvil, sistemas informáticos, etc. Los terceros beneficiados son Pakistán, Irán y Turquía, país con ocho fronteras terrestres. China tiene un acuerdo con Afganistán para explotar las ingentes reservas de cobre e incrementa su influencia en Asia Central. Hace 102 años el geopolítico Mackinder, defensor de que la geopolítica está condicionada por la geografía de los países, expuso su teoría sobre el 'heartland' defendiendo que quien controle Asia Central tendrá muchas posibilidades de controlar el resto de Asia, de Europa y estar en posición de ejercer el dominio mundial.

China controla 40 puertos de mercancías, entre ellos el puerto de Gwadar, al sur de Pakistán, que le permite en poco tiempo cruzar el estrecho de Ormuz, adentrándose en aguas de Irán y Arabia Saudí además de Qatar, Emiratos, Kuwait, Irak, Omán, Bahréin. Rodeando la península arábiga, Yemen y el conglomerado africano hasta llegar a Egipto y salir por el Canal de Suez al Mediterráneo, donde le esperan los puertos del Pireo, Barcelona, Valencia, Cartagena y Algeciras. Está asentada en los cinco. Es su gran impulso a la Ruta de la Seda, sin olvidar lo que supone el gran corredor económico China-Pakistán en construcción, por importe de 46 mil millones de dólares, que prevé líneas ferroviarias, autopistas, oleoducto con Irán, centrales termoeléctricas, energía solar y eólica, proyectos hidroeléctricos y conexión directa con China por Xinjiang, con gran presencia uigur en cuyo control persiste.

El mundo se ha vuelto más complejo. Hace tiempo que EEUU quiere replegarse, 'Nation Building at home', decía Obama. Europa deberá dar un paso al frente. La retirada de EEUU obliga a ampliar el consenso con Rusia y China, que ejerce una conquista silenciosa y avanza sinuosa como el movimiento del dragón. EEUU deberá reforzar los lazos con Europa. Hay un después del 15 de agosto del 21. Confiemos que el atlantismo salga reforzado.