Pros y contras

Profundamente espiritual

Pensar que alguien habla en su lengua con la intención de hacer daño a otro es un ejemplo singular de mezquindad moral

El artista irlandés Sean Scully.

El artista irlandés Sean Scully.

Josep Maria Fonalleras

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Se cumplen diez años de la instalación del vitral de Sean Scully en la cara norte de la catedral de Girona, en un espacio que fue ventanal ciego durante cuatro siglos. No es lo mismo colgar un cuadro en la sala de estar que implantar una enorme vidriera de colores en una catedral gótica. Por ello, la ceremonia fue emotiva y solemne. El obispo se revistió de poeta y dijo que el vitral era "una sinfonía de luz y color". Scully dijo que era "profundamente espiritual". Es cierto. Vale la pena entrar en la imponente nave de la sede y contemplar como aquella abstracción geométrica (con un cierto aire Mondrian) desprende algún tipo de evocación mística, en contacto con los otros vitrales y con el sereno rosetón oriental.

La ceremonia de la que hablo se hizo toda en catalán, que es la lengua propia del país, y no recuerdo que entonces Scully dijera que el obispo hablaba en catalán "like saying Fuck you", como si dijéramos, para joderle. Pensar que alguien habla en su lengua con la intención de hacer daño a otro (solo pensarlo) es un ejemplo singular de mezquindad moral. Qué pereza. Eso sí: siempre que pueda, cuando necesite sentirme profundamente espiritual, volveré a la vidriera. De la ceguera a la luz.