Pros y contras

El asfalto de la juventud

Son múltiples las razones que provocan la inflexión independentista. Desde el sentimiento volátil de sumarse a la tendencia mayoritaria del momento hasta unas corrientes más profundas de acción y pensamiento

Una fiesta en las calles del barrio de Gracia de Barcelona

Una fiesta en las calles del barrio de Gracia de Barcelona / R.E. MADRID| Quique Garcia

Emma Riverola

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El independentismo ha retrocedido más de cinco puntos respecto a 2015 entre la juventud barcelonesa, según indica la Enquesta a la Joventut 2020 del Ayuntamiento. Solo un 28,2% de la población de 30 a 34 años apoya la secesión. Los datos reafirman la tendencia que ya mostró el Barómetro de la UAB. Según dicho informe, un 52% de los jóvenes de entre 18 y 24 años se muestran a favor de la continuidad en España. En 2017, el 56% preferían la independencia.

Son múltiples las razones que provocan la inflexión. Desde el sentimiento volátil de sumarse a la tendencia mayoritaria del momento hasta unas corrientes más profundas de acción y pensamiento. Actitudes que desestiman cambiar el mundo desde las coordenadas de la identidad nacional. En una sociedad huérfana de grandes utopías, regida por poderes que no se someten al poder de las urnas y que hunde a los jóvenes en una precariedad agravada por la pandemia, las luchas miran a los cuerpos y su entorno y establecen otros campos de batalla posibles: identidad de género, medioambiente, antirracismo… Luchas fluidas e interconectadas que, con los pies clavados en el asfalto, desdeñan intangibles, suman vulnerabilidades y rehúsan el aroma añejo de la ratafía.