La UCE

Prada y los cantos de sirenas

Lo llaman Universidad porque Francia es un país laico y Ejercicios Espirituales, nombre mucho más adecuado, no estaría bien visto

Quim Torra, en la Universitat Catalana d'Estiu.

Quim Torra, en la Universitat Catalana d'Estiu.

Albert Soler

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Para ir a la Universitat Catalana d’Estiu, en Prada, se debe pasar casi por delante del Paradise, el prostíbulo más grande de Europa, o eso dicen. Es una forma de conocer el grado de implicación lacista de los asistentes a la UCE: los que no llegan a Prada porque prefieren degustar la oferta del Paradise en lugar de escuchar las arengas de Presidentorra o Laura Borràs, no merecen el nombre de patriotas. Nunca formarán parte del Consell de la Republiqueta y tendrán difícil –si bien no imposible– acceder a cargos públicos del nuevo Estado. Pasar por delante del Paradise y seguir camino hacia Prada es una muestra de heroicidad como la de Ulises oyendo cantar a las sirenas y siguiendo hacia Itaca, de ahí proceden tantas comparaciones con la mítica isla griega.

Muchos sucumben a la tentación, al fin y al cabo la mayoría de lacistas son humanos. En el Paradise, la semana de la UCE es de las más fructíferas de la temporada y no son pocas las trabajadoras que, pese ser extranjeras, han aprendido a simular el orgasmo mientras gritan «Visca Catalunya». En las salas de sado, cuando flagelan a los clientes los insultan en castellano, que les duele más. Profesionales que son.

Lo llaman Universidad porque Francia es un país laico y el nombre Ejercicios Espirituales, mucho más adecuado al espíritu del acontecimiento, no estaría bien visto. De hecho, UCE significa Un Caudillo Extraordinario, y como su nombre indica, está pensada a mayor gloria del Vivales y su pensamiento, suponiendo que tenga alguno. Los asistentes a estos ejercicios son mucho más que lacistas: son puigdemontistas, que es una secta escindida del lacismo, siendo así que en Prada se insulta y se desprecia no solo a los españoles sino, con más fuerza todavía, a todos quienes estén a favor del diálogo, con especial énfasis a los líderes de ERC.

En los ejercicios espirituales tradicionales el día se dividía en: conferencia, misa, media hora de recreo, conferencia, círculo de estudios, rezos en la capilla, comida, conferencia, recreo, rezos en la capilla, otra conferencia, visita al Santísimo, cenar y a la cama. Cámbiese la misa por una charla de la Borràs, los rezos por arrodillarse ante Presidentorra y la visita al Santísimo por una videoconferencia con el Vivales, y eso es la UCE.

Mucho mejor quedarse a medio camino.

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