De piedras y viento
Geografía, clima, carácter, cultura, cuanto más acompasados van, mejor: esta es la gracia de Menorca, y el principal motivo por el que transmite tanta paz
Núria Iceta
Editora de 'L'Avenç'
Núria Iceta
Hace 40 veranos que paso unos días en Menorca. Los cambios en el paisaje son tan evidentes que se comentan solos. La explotación intensiva del turismo ha sido inevitable, si bien es la isla que ha sido más consciente de que mantener su carácter era precisamente la clave para mantener su interés.
El sector de la construcción marcó el paso del ‘boom’ turístico con ruido, mientras el sector primario hacía (hace) lo imposible para mantener el equilibrio natural de las explotaciones agrícolas y ganaderas y de la pesca, sin hacer ruido.
Diría que las piedras han ayudado a mantener derecha la pared del sentido común, tanto las de los monumentos megalíticos, como las de kilómetros de pared seca, como las rocas de colinas y costa. Fundamentos sólidos de una tierra expuesta al viento, que se mueve con el viento. Diría que Menorca no ha dejado nunca de preguntarse cúal debe ser su modelo de desarrollo. La voracidad del capitalismo siempre ha encontrado el contrapunto en la gente del campo, en las conciencias ecológicas de ‘avant y après la lettre’.
En 2020 este equilibrio quedó alterado como en todas partes. En este 2021 encuentro la gente más fatigada, como en todas partes, y negocios "de toda la vida" cerrados, que no han podido resistir la tensión del descenso del negocio global. Encuentro desconcierto por las cifras de una quinta ola que no esperaban y también la misma actitud resiliente, la de la piedra dura pero erosionada, la del viento de la isla, en los menorquines. La de resistir, la de adaptarse, la de no frisar. Geografía, clima, carácter, cultura, cuanto más acompasados van, mejor. Esta es la gracia de Menorca, y creo que este es el principal motivo por el que transmite tanta paz. Con aciertos y errores, pero me da la impresión de que oxímoron como "lujo responsable" o "aeropuerto verde" no forman parte de un vocabulario tan rico como el que oigo por aquí cada día. Intentar no depender en exceso de los productos que vienen de fuera y escuchar que "a las tres cerramos y a disfrutar de la vida".
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